A pesar de que Bolivia ha experimentado con los más diversos modelos de gestión y políticas públicas, se constata que el ingreso per cápita prácticamente no ha variado en los últimos cincuenta años, la pobreza ha tenido un insuficiente retroceso y la desigualdad parece haberse acentuado.
Por otra parte, es ampliamente difundido y aceptado el efecto perverso que tiene sobre la economía de un país el incremento de la renta nacional como consecuencia de la explotación de uno o más recursos naturales (“Enfermedad Holandesa”), deteriorando sensiblemente la capacidad competitiva de otros sectores de la economía. Las alternativas que se han ensayado para hacer uso de esos recursos, a través del Estado, no solamente no han logrado resultados satisfactorios en ningún lugar del mundo; más bien, han generado mayores niveles de corrupción e ineficiencia, con sus inevitables efectos de más desigualdad y pobreza.
Como respuesta a la incapacidad del Estado para lograr el desarrollo sostenible, la disminución efectiva de la pobreza y la reducción de las desigualdades, un grupo de profesionales, encabezados por Roberto Laserna, ha lanzado la propuesta de un mejor aprovechamiento de los ingresos generados por la explotación de nuestros recursos naturales, empleando un mecanismo sencillo: La entrega, a través de cuotas anuales y de manera directa y transparente, de la parte que le corresponde a cada boliviano, permitiéndole decidir qué hacer con esos recursos y cómo emplearlos para que sean de utilidad para él y su familia.
Coloquio económico Nº 14 La Renta del Gas como base del Microcrédito (520.49 kB)