La construcción es una actividad muy importante para el país. De hecho, el sostenido crecimiento que ha experimentado el sector de la construcción, desde principios de los años 2000, ha apuntalado la expansión de la economía boliviana, reflejada en el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), de casi dos décadas, y muy especialmente entre los años 2010 y 2014, los de mayor dinamismo económico nacional. Sin embargo, a partir del año 2015 la tendencia del desempeño de la construcción es de un menor ritmo de expansión, paralelamente a la desaceleración del conjunto de la actividad económica del país. Es palmario que la construcción no escapa al ciclo descendente en la economía nacional, que afecta a varios sectores y rubros.
Como se puede apreciar en el gráfico siguiente, el PIB del sector de la construcción se desaceleró significativamente los últimos años; incluso el año 2018 llegó a crecer por debajo del PIB total. Y no obstante el repunte registrado en 2016, los siguientes tres años han transcurrido en medio del debilitamiento de las actividades constructivas en el país.
Permisos de construcción
La desaceleración de la construcción se ha reflejado, asimismo, en una menor cantidad de permisos de construcción aprobados durante el último quinquenio, sobre todo si se toma en cuenta el inusitado aumento de los permisos de construcción en el quinquenio precedente. En el gráfico siguiente se observa que después haber llegado a un número máximo en 2016, en las gestiones sucesivas los metros cuadrados fueron menores. Aparentemente, los proyectos constructivos tienen dimensiones menores a las de antes.
Evolución del empleo
En 2019 hubo una ligera mejora en el empleo del sector privado de la construcción, como se puede apreciar en el gráfico que sigue. No obstante el dato del último año, la tendencia descendente del empleo en la construcción es evidente. La gente está migrando de la construcción a otros sectores, como el pequeño comercio (principalmente informal) y el transporte.
Crédito bancario
Un aspecto notable del desempeño del sector de la construcción ha sido el crecimiento de los créditos destinados a las actividades constructivas, tanto así que incluso llegó a casi duplicar el ritmo expansivo de la cartera del sistema financiero. Sin embargo, en el último período hay un momento de inflexión: los créditos al sector se han desacelerado, al punto que el desempeño de la cartera de la construcción tiende a converger con la cartera total de los bancos, tal como se ve a continuación.
Variación de costos
Se sabe que el factor de más incidencia en los costos de la construcción es la remuneración de la mano de obra, el mismo que incluso llegó a triplicarse entre 2005 y 2016. El mayor dinamismo de la construcción en esos años estuvo acompañado de un aumento de la demanda de mano de obra, presionando las remuneraciones al alza. En contrapartida, los materiales desde el año 2012 se mantuvieron constantes o redujeron sus precios, en parte por el tipo de cambio fijo y la devaluación de las monedas extranjeras, que han tendido a abaratar la importación de diversos materiales. Los menores precios de los materiales contrarrestaron los incrementos salariales anuales, tanto del salario mínimo nacional como de la masa salarial.
En 2017 y en 2018 el costo global de la construcción se redujo, para luego, en 2019, experimentar una subida. Esto pudo obedecer, en parte, a una mayor cantidad de obras privadas (edificios residenciales urbanos) llevadas a cabo durante la gestión, aunque probablemente no se trate de proyectos nuevos sino más bien de la finalización de obras constructivas.
A continuación, en el gráfico que sigue, se observa que en el último año (2019) fueron los edificios residenciales urbanos los que incrementaron el costo de la construcción, siendo evidente que esta clase obras se relacionan mucho más con el sector privado.
Ventas de cemento
En 2018, y más aún en 2019, las ventas de cemento crecieron, del mismo modo que la producción de cemento en el mercado nacional ha seguido aumentando, por cuenta no únicamente de las cementeras privadas sino, y, ante todo, de las empresas estatales de cemento. Una consecuencia de ello es que el precio de la bolsa de cemento muestra una tendencia descendente en los últimos dos años; así, en 2019, se ha registrado una caída de -5,7 por ciento.
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Agradecemos la colaboración del economista Enrique Araníbar para este artículo.