Coy 473 – Pocos impuestos, sencillos y fáciles de pagar

La Fundación Milenio ha publicado el libro Modernización y Simplificación del Sistema Tributario. La reforma necesaria , con uno de sus últimos trabajos investigativos; esta vez, sobre una cuestión crucial para la recuperación y reconstrucción económica: la política tributaria.

Los bolivianos vivimos agobiados por demasiados impuestos, e ineficientes porque recaudan poco, y que castigan a quienes trabajan, hacen empresa y crean empleo. La carga tributaria para las personas y empresas es excesiva, lo que encarece la producción y hace menos competitivas a las empresas y más difíciles los negocios formales. La tributación es inequitativa, ya que se basa en impuestos indirectos como el IVA y otros, que no diferencian la capacidad económica real de las personas.

Pagar impuestos en Bolivia es un suplicio

El sistema tributario es un laberinto de normas y burocracia que insumen dinero, tiempo y trabajo inútil. Los contribuyentes están expuestos al abuso, la extorsión y la corrupción.

La paradoja de la experiencia boliviana es que las tasas impositivas altas, junto con lo moroso y costoso que es pagar impuestos, incentivan la informalidad, el contrabando y la defraudación; grandes capitales y negocios se camuflan en los regímenes especiales para pequeños vendedores y productores, a fin de no pagar impuestos. El resultado es una tributación disfuncional que actúa como una camisa de fuerza para el esfuerzo, el talento y la iniciativa emprendedora.

También en la circunstancia actual, es una barrera para remontar la crisis, y retomar el camino del crecimiento con empresas robustas y con más y mejor empleo. Y si no hacemos algo para superar estos males endémicos quizá Bolivia esté condenada a ser una economía atrasada y mayormente de informales pobres y unos pocos prósperos ilegales.

El secreto de la buena tributación

La experiencia de los países que avanzan y prosperan demuestra que un sistema tributario funciona mejor con pocos impuestos, fáciles de pagar y de bajo costo en el cumplimiento de los deberes fiscales. El libro de Milenio apunta a eso: construir un sistema tributario simple, moderno, equitativo y con una base más ancha de contribuyentes; un sistema que incentive la formalización, la inversión y el desarrollo productivo. A ese efecto, son necesarias cuatro estrategias:

Simplificación tributaria: reducir los actuales nueve impuestos generales a solo cuatro impuestos de alcance general: IVA, Impuesto a la Utilidad de las Empresas (IUE), Impuesto al Consumo Específico (ICE), Impuesto a la Renta de las Personas Naturales (IRPN). También se trata de simplificar las modalidades de pago, digitalizando los procedimientos de liquidación y masificando la facturación electrónica. Con un plan bien llevado, Bolivia, en pocos años, podría eliminar la factura impresa, el papeleo y la asfixiante burocracia; una buena parte de los contribuyentes podría facturar y pagar sus impuestos desde su celular.

Sustituir los regímenes especiales y otros impuestos ineficientes por el Impuesto a la renta de las personas, que gravaría los ingresos del trabajo, el capital y el patrimonio; excepto para quienes cuyos ingresos no superen los 3 salarios mínimos nacionales al mes, y con lo cual habría un segmento que quedaría fuera del alcance de este impuesto, mientras no incremente sus ingresos o su patrimonio. La ventaja del IRPN es que amplía la base de contribuyentes, reduce las posibilidades de evasión y es más equitativo porque se ajusta a la capacidad económica de la gente.

Incentivos tributarios a la inversión y el emprendimiento: pasar de los alivios tributarios a medidas que promuevan la capacidad empresarial y el crecimiento, por ejemplo, reduciendo la alícuota del IUE del 25% al 20%, lo que pondría a Bolivia en mejor posición para captar inversiones; o bien con la inclusión de los servicios (como la exportación de software) al sistema de devolución impositiva a las exportaciones, entre otras acciones necesarias para bajar los costos y mejorar la competitividad de la producción nacional. Se trata, pues, de hacer de Bolivia un país más atractivo para la inversión y para los negocios, lo cual es indispensable si queremos ampliar las oportunidades económicas y de creación de trabajo.

Reingeniería institucional de la administración tributaria, para rescatarla de la captura política y transformarla en un organismo competente, profesional, eficiente y probo. La idea novedosa es fusionar el SIN con la Aduana, en una sola entidad de administración tributaria y aduanera, lo cual facilitaría y abarataría los trámites, achicaría la burocracia y favorecería la digitalización de los servicios por la integración de las bases de datos. También es preciso ajustar y actualizar las normas del Código Tributario a fin de fortalecer la seguridad jurídica y los derechos de los contribuyentes; resolver problemas críticos de deuda y mora tributaria, transparencia y justicia tributaria.

Nueva ley tributaria

Estas cuatro estrategias configuran una reforma integral y de gran calado, que es el tipo de reforma que Bolivia precisa, en vez de parches y medidas sueltas o improvisadas por apremios recaudadores, presiones sectoriales o intereses políticos coyunturales, que a fin de cuentas no resuelven los problemas sustanciales y solo añaden incertidumbre e inseguridad para los contribuyentes.

De ahí, también, la idea de una Ley de Modernización y Simplificación Tributaria, que reúna en una sola norma un conjunto amplio de medidas de política tributaria, tal como sucedió con la Ley 843 de Reforma Tributaria de 1986.

Descargar “Coy 473 - Pocos impuestos, sencillos y fáciles de pagar” Descargado 888 veces – 190,35 KB

Descargar “Modernización y simplificación del sistema tributario. La reforma necesaria” Descargado 12283 veces – 6,03 MB

Comentarios

Artículos relacionados

Scroll al inicio