Un informe de la Fundación Milenio asegura que el Sistema Único de Salud (SUS) nace desfinanciado y sin contar con los recursos humanos, infraestructura e insumos necesarios.
El informe del 15 de febrero de 2019 titulado “El Sistema Único de Salud: ¿un salto al vacío?” cuestiona las prestaciones con la que atenderá a la población, el financiamiento de dichas prestaciones y las políticas de Gobierno para garantizar sus sostenibilidad.
En el análisis, tomando en cuenta datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el ex Inases, la cantidad de personas que serían atendidas por el SUS alcanza a 4.259.000 que significa el 37% de la población boliviana.
Milenio recuerda que actualmente 4.235.000 personas en Bolivia se encuentran afiliadas a la Seguridad Social. “La pregunta crucial es si el sistema de salud está equipado y preparado para dar un salto extraordinario en servicios médicos y de salud, incorporando súbitamente 4.259.000 personas al sistema; esto es, un 43% más que el número actual de afiliados a los seguros públicos en funcionamiento”, se cuestiona.
En cuanto al financiamiento, la Fundación detalla que las prestaciones de la Seguridad Social tiene un costo estimado de 400 dólares por persona. Tomando este valor como referencia y aplicando el mismo para una población de 4.259.000 (la cantidad de personas que se incorporarían al SUS), se obtiene un gasto estimado de 1,703 millones de dólares por año para la provisión de prestaciones similares a las que brinda la Seguridad Social, lo cual es insostenible teniendo en cuenta que este monto representa el 10.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) cuando lo asignado actualmente apenas alcanza al 6.1%.
Al respecto, el vicepresidente del Colegio Médico de Cochabamba, William Torrico, advirtió que los médicos no se oponen a la implementación del SUS, sino a la manera de ejecutarlo, la cual no es sostenible ni factible. Torrico adelantó que mañana se realizará en la ciudad de La Paz un congreso de profesionales médicos para analizar las medidas que se asumirán frente a la implementación del SUS.
Para el presidente del Sindicato de Ramas Médicas y Afines (Sirmes), Carlos Nava, mientras existan pacientes muriendo en las puertas de un hospital, no se puede hablar de una atención a nuevos pacientes.
Para Nava la situación en el sistema de salud del departamento es por demás preocupante, ya que falta infraestructura, ítems médicos, personal de apoyo y medicamentos, entre otros.
“Por cada 1.000 habitantes debe haber un médico, si con la cantidad de pacientes que tenemos ahora no logramos prestar un servicio mínimo, cómo lo haremos con más pacientes”, cuestionó y acotó que a ese médico debe asistirle un equipo humano conformado por enfermeras, auxiliares, camillero, farmacéutico, una persona para laboratorio, una persona para el aseo y otros.
En estimaciones de Nava se requiere por los menos 7.000 ítems nuevos en Cochabamba para atender a la población que recibirá atención en el SUS.
“El Sistema Único de Salud es insostenible e inviable, no porque nos opongamos, sino, porque no existen las condiciones. Yo desafío al presidente Evo Morales a que sea atendido en el hospital Viedma o a la nueva Ministra de Salud a que atienda un parto en el Viedma o que haga fila para recabar una ficha, y veremos si después de eso siguen creyendo que el SUS es la solución”, pronunció el director del Sirmes.
El director del Servicio Departamental de Salud, Rodolfo Mena, informó que a la fecha existen 303.000 ciudadanos inscritos al SUS en todo el departamento.
Según la autoridad es una cifra que ha superado al doble de lo que se tenía programado, pero en su opinión, los centros médicos de primer, segundo y tercer nivel se encuentran preparados y listos para recibir a los pacientes.
Mena recordó que la Ley nacional 475 de “Prestaciones de Servicios de Salud Integral del Estado Plurinacional de Bolivia”, los municipios están garantizando sus presupuestos a través de la coparticipación tributaria con el 15,5%.
“En Cochabamba cerca al 80% de los centros de salud no logran ejecutar sus presupuestos en el año, por tanto, tienen excedentes, lo que permitirá erogar más gastos en medicamentos e insumos para atender a este grupo de población que está ingresando al seguro entre las edades comprendidas de cinco a 59 años.
18 de febrero de 2019
Fuente: Gente