Milenio cree que el precio y la calidad determinan el fenómeno.
Aunque no es el principal consumidor, Chuquisaca es el departamento donde más cemento se vende y produce en Bolivia, revela el INE. El precio y la calidad del producto de esa región serían las principales causas de este comportamiento de mercado.
Las Estadísticas de la Actividad de la Construcción 2008-2017 publicadas en enero de esa gestión dan cuenta de que los chuquisaqueños se han constituido en esa década en los principales abastecedores de este insumo para la construcción. En 2017, por ejemplo, el 27,4% de los 3,6 millones de toneladas que se comercializaron en el mercado interno salieron de la capital de lo que fue la Audiencia de Charcas.
La región lidera las ventas de cemento con 989.456 toneladas (t); le siguen Santa Cruz (721.935 t), La Paz (716.196 t), Cochabamba (597.581 t), Oruro (340.925 t) y Tarija (235.705 t), detalla el documento del estatal Instituto Nacional de Estadística (INE).
Enrique Araníbar, analista de la Fundación Milenio, precisó que la alta demanda del producto de Chuquisaca se debe en especial a dos factores: su calidad y precio.
El primero tiene que ver con un rango de precios de Bs 42 en Sucre para la bolsa de 50 kilos y de Bs 48 para Oruro y La Paz, y el segundo con el clínker utilizado, que se obtiene por la calcinación de piedra caliza y arcilla.
La Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa) posee “el 27% del mercado nacional” y lidera las ventas del insumo en Chuquisaca (90%) y Potosí (90%), además de tener una importante participación en Tarija (50%), Santa Cruz (45%) y Cochabamba (20%), así como una menor presencia en Oruro, La Paz, Beni y Pando, detalló a La Razón Marcelo Díaz, gerente general de la cementera.
Para atender esta demanda, la empresa incrementó su capacidad de producción de 1.400 t en 2008 a 3.400 t en 2017, para lo cual invirtió en la mejora de la infraestructura y tecnología de sus plantas procesadoras, así como en la implementación de un segundo horno Kawasaki.
Si bien Chuquisaca es el mayor comercializador y fabricante de cemento en el país, no es el principal usuario, ya que absorbe solo el 10% del consumo nacional, quedando más del 70% en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, precisó el experto de Milenio.
Estos datos fueron corroborados por el Censo de Construcción 2018 realizado por el Observatorio Urbano de Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), cuyos resultados indican que los cruceños mantienen el primer lugar en la edificación de obras, informó Javier Arce, presidente de la entidad.
Cochabamba presenta también un crecimiento importante, en tanto que La Paz registra un estancamiento, adelantó el ejecutivo el miércoles, antes de que la encuesta sea presentada oficialmente dos días después.
Araníbar indicó que el estudio del INE permite también confirmar que la “desaceleración de la economía nacional” se refleja en sectores importantes para el desarrollo del país, como la construcción y la fabricación cementera.
“El crecimiento de la producción de cemento en 2017 fue de 0,27%, la tasa más baja desde el 2002, cuando fue de 2,84% y todavía no se sentía el efecto positivo del superciclo de las materias primas”, recordó el experto.
El documento del Instituto Nacional de Estadística muestra que la tasa de 0,27% es ciertamente la más baja registrada entre 2008 y 2017 y está muy lejos del nivel máximo de expansión alcanzado en 2009 (15,42%).
“La construcción y la producción de cemento van de la mano, por lo que no es de sorprender que el PIB (Producto Interno Bruto) de la primera se haya igualmente desacelerado en los últimos años, con un crecimiento de solo 5% en 2017 y de 3,3% hasta el tercer trimestre de 2018”, apuntó Araníbar, antes de agregar que la inversión pública tiene cada vez menor efecto en el crecimiento.
EVOLUCIÓN. Estadísticas de la Actividad de la Construcción da cuenta que la producción nacional del insumo es encabezada por Chuquisaca (27%), a la que le siguen La Paz (24,7%), Cochabamba (17,5%), Santa Cruz (17,2%), Tarija (7,4%) y Oruro (5,9%).
El sector constructor, que en el periodo 2006-2017 promedia un crecimiento anual de 8,5% por efecto de la inversión pública y privada, emplea al momento a unas 490.000 personas de manera directa y genera de forma indirecta otras fuentes de trabajo para ingenieros, consultores y proveedores de insumos y materiales, así como para otros servicios. Estas características convierten al rubro en el cuarto mayor empleador de la economía (8,46%).
Este dinamismo ha convertido al sector en uno de los principales pilares de la economía y ha generado crecimiento para otros sectores y subsectores del país.
13 de marzo de 2019
Fuente: La Razón
