En este artículo, examinamos las tensiones subyacentes al nuevo equilibrio de poder en Bolivia, a raíz del proceso abierto tras los hechos de la primavera de 2019, que condujeron al derrumbe del régimen autocrático de Evo Morales y la instalación del gobierno de la presidente Jeanine Añez para la realización de elecciones libres y limpias. Su propósito es dar respuesta a la pregunta de cómo surcar con éxito esta segunda transición democrática, que, se entiende, es mucho más que solo el traspaso pacífico del poder.
También se intenta formular un marco conceptual para entender mejor las condiciones en las que tiene lugar el tránsito al régimen democrático y las tendencias y fuerzas que lo impulsan y condicionan, así como esbozar una agenda de desafíos y un lineamiento estratégico para el accionar de los actores políticos.