En diálogo con Página Siete, el economista de la Universidad de Stanford habla de los desafíos de Bolivia para lograr un mayor crecimiento. Sostiene que la tendencia mundial se orienta hacia las relaciones bilaterales. También explica cómo la región puede aprovechar el comercio con China y EEUU.
El investigador académico de la Universidad de Stanford, Michael Bennon, llegó al país esta semana para participar en el seminario El capital corrosivo en Bolivia y los retos de buena gobernanza, organizado por la Fundación Milenio.
Bennon trabaja en el Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho del Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford, donde dirige la Iniciativa de Investigación de Políticas de Infraestructura Global.
Sus campos de investigación incluyen políticas de infraestructura, financiamiento de proyectos, asociaciones público-privadas, política industrial y diseño institucional en el sector de infraestructura. También enseña Financiamiento de Proyectos Globales a estudiantes graduados en Stanford.
El economista conversó con Página Siete sobre la situación de la economía en el mundo, y en particular los desafíos que enfrenta Bolivia para crecer.
¿Nos puede dar un pantallazo general de la economía mundial en este 2023 y en particular de la situación en Bolivia?
Es un tema muy amplio, hay mucha incertidumbre en la economía global de hoy; hay inflación en todo el mundo, hay un proceso de lo que llamamos desglobalización cuando las redes de abastecimiento se están fragmentando más. No quisiera hace predicciones de lo que va a pasar respecto a la inflación en un país u otro, pero sí me gustaría hablar de las tendencias actuales en la política económica a nivel global.
Un cambio muy grande y reciente es la tendencia de lo que está pasando en Estados Unidos respecto a la política industrial, que está cambiando en todo el mundo, pero en este último año en Estados Unidos ha habido muchos cambios en ese sentido, se han aprobado varias leyes muy importantes, la ley de reducción de la inflación, lo que llaman la “ley de chips” y la tendencia es que el Estado se involucre mucho más en la economía y también en el comercio internacional. Pero hay también una tendencia de alejarse de las instituciones que funcionan sobre la base de las reglas de la economía global, instituciones como la Organización Mundial de Comercio, el FMI y el Banco Mundial, alejarse de ellos y que el comercio se vuelva mucho más bilateral, con alianzas regionales.
En su criterio, ¿qué necesita la economía de Bolivia, además del control inflacionario y de la estabilidad, para lograr crecer? ¿Cuáles son los desafíos económicos que enfrentan el país y la región?
Para Bolivia existen muchas oportunidades, pero también varios desafíos en esta nueva coyuntura de comercio a nivel global. La tendencia es que va a crecer el comercio bilateral, no tanto el comercio global; por ejemplo, entre Bolivia y China, Bolivia con otros países de la región, entre Bolivia y Estados Unidos y también se puede dar a través del comercio bilateral entre empresas públicas del Estado de Bolivia con empresas públicas del Estado de China. También puede ser que haya más relaciones con programas regionales o bilaterales de Estados Unidos y en ese escenario el desafío es cómo el Gobierno maneja las inversiones y cómo asegura que van a ser positivas para la economía de Bolivia. En el contexto de un aumento en el comercio bilateral, que sí puede funcionar bien, el Gobierno, el Estado y los líderes tienen que asegurar buenas alianzas, que funcionen bien. Esto es como una alternativa a la forma liberalizada del comercio que hemos tenido en los últimos años, con grandes cantidades de inversión extranjera directa, que ahora están alejándose un poco de esa política del crecimiento basado en los mercados libres; y más hacia las relaciones bilaterales.
Las claves para captar inversión extranjera son la transparencia y la seguridad jurídica, dos aspectos por los que varios gobiernos de la región, incluido el de Bolivia, son cuestionados, ¿cómo ve usted esta situación?
La transparencia es una de las herramientas más importantes que tiene un gobierno para atraer la inversión extranjera directa, para asegurar que sea una inversión productiva y también que haya buena gobernabilidad de esas inversiones. Es muy importante para desarrollar una relación positiva entre el Gobierno y sus aliados. La investigación académica que hemos realizado ha demostrado que la luz del Sol es el mejor desinfectante, una metáfora para la transparencia. La transparencia fomenta la confianza, fomenta alianzas justas y la confianza de las comunidades locales donde se realiza la inversión. También los aliados internacionales se benefician de esta transparencia y por eso es muy preocupante cuando no existe transparencia en un país.
Con respecto a la seguridad jurídica, para atraer inversión extranjera de un mercado internacional, es imprescindible crear derechos de propiedad, seguridad en los contratos para los inversores y también tener las instituciones que se necesitan para vigilar y que se cumplan los acuerdos. Si todo eso está establecido, las inversiones llegan. Los países pueden crear la seguridad legal para las inversiones, pueden crear derechos propietarios especiales para los inversores internacionales y en ausencia de la seguridad jurídica es muy difícil atraer inversiones; sin un apoyo a nivel bilateral o multilateral en términos de garantías; por ejemplo, cuando no existen esas garantías, los incentivos para ambas partes cambian. Cuando hay inversiones de un mercado libre, una parte tiene sus intereses alineados de un lado, la otra parte tiene otros intereses y es muy difícil superar esos riesgos políticos y la incertidumbre en los contratos.
¿Nos puede comentar qué percepción hay de Bolivia en Estados Unidos y en la comunidad internacional, sobre el actual Gobierno y de la economía? El Ministro de Economía ha sido reconocido por su política económica para controlar la inflación.
No puedo hablar en nombre de Estados Unidos, pero veo que a nivel global, en la comunidad internacional, no solamente de inversionistas, sino la comunidad global geopolítica tiene mucho más interés en encontrar la estabilidad; lograr una política económica robusta, estabilidad en términos de la deuda, porque muchos países en este momento están enfrentando muchos problemas a raíz de sus deudas. La estabilidad política también es importante y hay que reconocer que el Gobierno boliviano ha hecho muy bien en los últimos años en controlar la inflación y reducir la pobreza. Se va a buscar estabilidad en un contexto global en el que aumentará la inestabilidad.
China tiene un proyecto muy ambicioso en América Latina y en el mundo, con su nueva ruta de la seda, su política de Franja y Ruta. ¿Cuál es la situación de las inversiones chinas en Latinoamérica?
Veo dos tendencias: respecto al ritmo de inversión de China en proyectos a nivel global hemos visto que muchas contrapartes de los diferentes países donde han invertido ahora están con problemas serios en su deuda, que no pueden manejar; por lo tanto, la inversión de China ha bajado un poco, pero eso no quiere decir que seguirá así, puede ser que nuevamente se incremente. La segunda tendencia es que hemos visto muchas críticas a las inversiones de China en muchos países por la falta de transparencia, por la falta de responsabilidad en términos del impacto ambiental, social y el impacto en las comunidades donde trabajan. Está el tema de comunidades relocalizadas y en algunos casos esas críticas tienen bastante fundamento. Pero también hay que decir que en muchos proyectos las inversiones que ha hecho China han seguido y han cumplido las leyes y reglamentos de los países. Eso quiere decir que al final de cuentas esa responsabilidad del Gobierno boliviano, en este caso, ha sido asegurar que las leyes y reglamentos estén establecidos para asegurar que las inversiones extranjeras protejan el medioambiente, protejan a la comunidad y que no van a producir resultados negativos. El mensaje es que la responsabilidad está con el Gobierno del país que recibe la inversión.
¿Se pueden cuantificar las inversiones de China en Latinoamérica?
Es muy difícil establecer una cifra precisamente por el tema de la transparencia. En el caso de muchos proyectos hay un memorando de entendimiento firmado y después nada más, no hay más información. Es muy difícil saber cuánto dinero se ha invertido. En algunos de casos de proyectos financiados hay falta de transparencia y no queda claro si la deuda es responsabilidad del proyecto o del Gobierno y eso puede crear lo que se llama una deuda oculta, o una responsabilidad financiera, un pasivo que nadie sabe a quién le corresponde. Eso es responsabilidad de los países que toman el préstamo, que asumen la deuda; y también es responsabilidad del Gobierno administrar el tema de los derechos laborales, los derechos de las pymes locales en proyectos bilaterales. Sólo ellos pueden vigilar que se cumpla lo que dice la ley.
Hablemos de Estados Unidos y de las oportunidades que tienen Bolivia y la región. ¿Cómo ve Estados Unidos esta carrera con China por posicionarse en Latinoamérica?, ¿cuál es la estrategia de EEUU?
Es una muy buena pregunta. No sé si se pueda llamar estrategia lo que ha hecho Estados Unidos últimamente en términos de la inversión bilateral, porque mucho depende de su política interna en los últimos años. Por el lado de la izquierda, lo que quieren es controlar los programas bilaterales, poner límites, como por ejemplo en las inversiones que puedan dañar el medioambiente, es decir controlar lo que hacen los inversores; mientras que en la derecha ven que cualquier programa bilateral es un subsidio o una subvención para las grandes empresas. Por esos motivos, la estrategia en términos de inversiones bilaterales ha sido un poco limitada, pero esto está cambiando. Se ha creado recientemente la Corporación de Financiamiento del Desarrollo, una institución nueva y hay un interés en tener más alianzas y relaciones en la región y hay interés de EEUU en fortalecer las relaciones con los países de la región, en parte por la competencia con China. China tiene muchas inversiones en América Latina y puede ser que en el futuro EEUU adopte un enfoque un poco más bilateral, con inversiones, pero también podría imponer condiciones; por ejemplo, exigir a un país desvincularse de China si quiere recibir inversiones de EEUU, es posible. Puede ser que esa competencia entre EEUU y China sea beneficiosa para los países de la región.
¿Cómo está afectando la guerra en Ucrania a la economía en Latinoamérica?
Es difícil hablar de impactos específicos de la guerra, pero un impacto que hemos visto es que ha acelerado la tendencia del proceso de desglobalización. Hay mucho interés en fortalecer la resiliencia, o resistencia de las cadenas de abastecimiento. Ciertas relaciones comerciales han colapsado, sobre todo en el sector energético, pero hay un realineamiento en otros sectores y eso puede crear muchas oportunidades para América Latina, porque lo que hemos visto hasta ahora en EEUU y en Europa es que están tratando de reorientar sus relaciones comerciales, fortaleciendo las cadenas de abastecimiento que ya existen, pero a largo plazo puede ser que quieran explorar relaciones comerciales con otras regiones para reemplazar esas cadenas comerciales que hayan colapsado debido a la guerra.
¿Cómo se puede lograr un desarrollo sustentable e inclusivo?
Es un concepto que parece simple, pero en realidad no lo es. El desarrollo sostenible toma en cuenta las necesidades de la sociedad del futuro. Es sencillo, pero no en la práctica; por ejemplo, ¿de cuantas personas estamos hablando en el mundo en el futuro? Tampoco hay un acuerdo en cuáles son las prácticas sostenibles. El desarrollo inclusivo incorpora las necesidades e impactos de otros factores, no sólo en la economía, impactos sobre comunidades locales y el medioambiente. No es tan sencillo en la práctica porque no hay acuerdo sobre los impactos de los proyectos; es difícil aplicar ese concepto en la práctica y por lo tanto hay diferentes enfoques para implementar el desarrollo sostenible e inclusivo.
19 de febrero de 2023
Fuente: Página Siete