Milenio señala que a la vista de estos problemas es evidente la necesidad de una política económica de disciplina y responsabilidad fiscal que cierre progresivamente el desequilibrio en las finanzas públicas.
La pérdida de reservas internacionales y los crecientes incrementos en las importaciones de combustibles dibujan un escenario delicado para la economía boliviana, señala la fundación Milenio en su informe sobre la economía boliviana 2022, publicado el viernes.
De acuerdo con el análisis de Milenio, las reservas internacionales cayeron en 247 millones de dólares en el primer semestre de 2022. Esto a pesar de crecimiento en el valor de las exportaciones del país, el cual se favoreció de mejores precios.
Esta caída se observa principalmente en el nivel de divisas que forman parte de las reservas internacionales.
“Las divisas del BCB muestran una tendencia decreciente. Estas bajaron de 2.386 millones de dólares en diciembre de 2020 a 1.383 millones de dólares en julio de 2022. Aunque esta caída fue menos acentuada en el primer semestre de 2022, la estacionalidad que existe en el segundo semestre puede conducir a un mayor drenaje de divisas debido al aumento del gasto y de las importaciones”.
Paralelamente, se presentó un crecimiento en el valor de las exportaciones, que registró un incremento de 1.925 millones de dólares (38%) respecto al primer semestre de 2021.
Este crecimiento se debió principalmente al incremento de los precios internacionales (36%) de los productos exportados, mientras que el volumen sólo creció en 2%, lo que propició un superávit comercial de 1.220 millones de dólares.
Por otra parte, las importaciones también subieron fuertemente, destacándose la importación de combustibles.
Página Siete reportó, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en pasados días que el valor de las importaciones de combustibles casi se duplicó en dos meses (entre abril y junio) y que el valor de las compras externas de carburantes a junio fue casi 1.000 millones de dólares superior a lo alcanzado entre enero y junio de 2021.
Milenio advierte que el valor de las importaciones de combustibles ha sobrepasado el valor de las exportaciones de gas natural en el primer semestre de 2022, que llegaron a 1.428 millones de dólares, mientras que las importaciones de combustibles ascendieron a 1.772 millones de dólares.
Asimismo, el volumen de gas exportado cayó en 18%, mientras que el volumen importado de combustibles aumentó en 45%.
“Ahora mismo Bolivia es más dependiente de la importación de combustibles, lo que entraña un riesgo para la seguridad energética del país, al mismo tiempo que escala el subsidio para estas importaciones, presionando sobre el déficit fiscal”.
Por otra parte, la coyuntura favorable de mayores precios de gas natural, debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, favorece a YPFB y a los gobiernos subnacionales por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos y las regalías. Sin embargo, la situación para el Tesoro General de la Nación (TGN) es complicada por los elevados subsidios a los combustibles, explica Milenio.
“Diferentes estimaciones indican que el subsidio podría ascender a 1.000 millones de dólares en 2022, es decir el 70% del valor exportado de gas natural en el primer semestre de 2022. El costo de contener la inflación interna, mediante un subsidio regresivo, es alto”, agrega.
Recomendaciones
Milenio señala que, a la vista de estos problemas es evidente la necesidad de una política de disciplina y responsabilidad fiscal que cierre progresivamente el desequilibrio en las finanzas públicas.
“La cuestión estriba en que el Gobierno no parece determinado a encauzar una senda de consolidación fiscal de mediano y largo plazo; indispensable para la estabilidad macroeconómica y el crecimiento”.
De la misma manera, la fundación advierte que tampoco existen señales de que las autoridades quieran tomar otras medidas para fortalecer la reactivación económica y productiva, como podrían ser el fomento a las exportaciones, propiciar un clima de atracción de inversiones o el levantamiento de las restricciones y controles que frenan la actividad privada y el emprendimiento creador de empleo, concluyen los expertos.
7 de agosto de 2022
Fuente: Página Siete