Introducción: Un «Golpe de Timón» Hacia un Nuevo Paradigma
Tras diagnosticar el fracaso del modelo estatista, el informe «Bases de una política nacional del litio y salares» de la Fundación Milenio no se limita a la crítica, sino que articula una detallada y coherente propuesta de reforma. Esta hoja de ruta representa un giro de 180 grados en la política de recursos naturales de Bolivia, abandonando el paradigma del monopolio estatal para abrazar un modelo basado en la colaboración público-privada (CPP), la competencia y la apertura a la inversión. Este artículo final analiza los pilares de esta propuesta, que se fundamenta en principios de economía institucional y busca crear un ecosistema dinámico para, finalmente, «poner a Bolivia en la carrera del oro blanco».
La Visión Estratégica: Bolivia como un Proveedor Confiable y Competitivo
La visión que inspira la propuesta es transformar a Bolivia en un productor prominente y un proveedor internacional competitivo, seguro y confiable de carbonato e hidróxido de litio. Esto implica una inserción inteligente en la cadena global de suministro de baterías, buscando capturar valor de manera progresiva. La piedra angular para lograrlo es una ruptura conceptual: el Estado debe transitar de ser un operador monopólico a un rol de regulador inteligente y socio estratégico del sector privado.
El eje central es la apertura a la inversión extranjera y la participación del sector privado en toda la cadena productiva. Esto se lograría mediante dos modalidades principales de alianzas público-privadas:
- Participación Directa de Capitales Privados: Empresas nacionales o extranjeras podrían obtener licencias de exploración y, posteriormente, contratos de concesión minera para desarrollar sus propios proyectos, con total seguridad jurídica.
- Asociación del Estado con Empresas Privadas: El Estado, a través de una reconfigurada YLB, podría asociarse mediante contratos de riesgo compartido con operadores privados seleccionados por licitación internacional, especialmente para relanzar los proyectos existentes y acometer otros nuevos.
La Reforma Institucional Clave: La Corporativización de YLB
Quizás la propuesta más audaz y estructuralmente transformadora es la conversión de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) en una Sociedad Anónima de Economía Mixta (YLB-SAM). Este cambio busca resolver el problema de agencia y la ineficiencia inherente a las empresas estatales tradicionales.
Los rasgos de la nueva YLB-SAM serían:
- Gobierno Corporativo Moderno: Estaría dotada de una gestión profesional, transparente y competente, aislada de la interferencia política cortoplacista. Su presidente ejecutivo sería elegido por una Junta de Accionistas por un período fijo, basado en un plan de negocios.
- Apertura al Capital: Permitiría la participación accionaria de inversores institucionales, fondos verdes y privados. Se propone que la nueva empresa pueda cotizar sus acciones en bolsas de valores nacionales e internacionales, un mecanismo clave para la capitalización y la disciplina de mercado.
- Saneamiento Financiero: Como paso previo, se propone que el Tesoro General de la Nación (TGN) asuma la deuda de YLB con el Banco Central de Bolivia, limpiando sus balances para hacerla atractiva a los inversores.
Este modelo se inspira en el éxito de otras empresas estatales de recursos en la región que han transitado hacia esquemas mixtos, logrando mayor eficiencia y capacidad de inversión sin perder su carácter estratégico para el Estado.
Una Hoja de Ruta de Producción Ambiciosa pero Realista
La propuesta establece metas cuantitativas claras, buscando un crecimiento sostenido:
- Primera Etapa (5-7 años): Alcanzar una producción de 100,000 toneladas/año de carbonato de litio, generando exportaciones por aproximadamente 1,500 millones de dólares anuales. Esto se lograría mediante la combinación de proyectos de IED (80,000 Tn) y proyectos en asociación con la nueva YLB-SAM (20,000 Tn).
- Segunda Etapa (15 años): Expandir la producción a 200,000 toneladas/año, condicionado al éxito en la certificación de nuevas reservas.
Es crucial destacar que esta estrategia se acompaña de un análisis de viabilidad económica (presentado en el anexo del informe). Un proyecto de 25,000 Tn/año, con una inversión de 777 millones de dólares, arroja una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 24.73%, superior a la tasa de descuento ajustada por riesgo país (21.14%). Este resultado, aunque positivo, es muy sensible. El informe concluye que Bolivia debe reducir su riesgo país (a través de reformas institucionales) y que el régimen de regalías (propuesto en 3%) no tiene margen para ser incrementado sin inviabilizar los proyectos.
(Sugerencia para WordPress: Aquí se podría insertar una tabla que resuma el «Tabla 2. Resumen analítico-económico» de la página 69 del PDF, mostrando inversión, costos, TIR y VPN del proyecto de ejemplo).
Reflexión Final: Construir el Futuro en Lugar de Lamentar el Pasado
La propuesta de la Fundación Milenio es más que un simple plan de negocios para el litio; es un proyecto de modernización institucional para Bolivia. Su enfoque pragmático, basado en la evidencia empírica y en principios económicos sólidos, ofrece una alternativa viable al estancamiento actual. El camino propuesto —seguridad jurídica, apertura al capital, corporativización del actor estatal y alianzas estratégicas— es el que han seguido, con éxito, las economías que han logrado transformar sus dotaciones de recursos naturales en desarrollo sostenible.
La implementación de esta hoja de ruta no estaría exenta de desafíos políticos y sociales. Sin embargo, como concluye el informe, el costo de la inacción es inmensamente mayor: la pérdida definitiva de una oportunidad histórica para el desarrollo del occidente boliviano y la inserción del país en la economía del conocimiento. El sueño del litio, para hacerse realidad, requiere que Bolivia despierte y abrace el pragmatismo, la competencia y la colaboración.