Situación: Los países vecinos se destacan en el rubro, mientras que en Bolivia prevalece la paralización agropecuaria. Expertos señalan las fallas.
Según el informe semanal de Fundación Milenio (FM), Perú se ha convertido en el primer productor mundial de espárragos y arándanos, llegando a la cifra de $us 5.100 millones en volumen de exportación. Chile es el segundo exportador de salmón del mundo y sus exportaciones de este producto han excedido los $us 3.600 millones. Es aquí, la pregunta clave que se hace ¿Por qué en los países vecinos las exportaciones crecen y se dinamiza el sector agropecuario, mientras que en Bolivia prevalece el estancamiento del sector? Analistas responden que en esos países hay procesos de innovación y buena planificación.
Puntos de vista. Los datos de FM señalan que en el año 2000, Perú exportaba solo $us 600 millones en productos agropecuarios, actualmente tiene $us 5.100 millones, por cada dólar invertido en sanidad agropecuaria obtiene un retorno de 30 en exportaciones, y de 101 en el valor bruto agropecuario. En Chile no se producía salmón hasta fines de los años 70, hoy que es el segundo exportador del mundo, sus exportaciones exceden los $us 3.600 millones. “La respuesta plausible es que allí hay un proceso vibrante de innovación; en cambio, en Bolivia la innovación es muy limitada y tropieza con muchas dificultades”.
Edilberto Osinaga, gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), identificó que al país le falta planificación y citó a Perú y Paraguay como países de la región que hicieron planes de largo aplazo.
«Ellos van y estudian los mercados y por eso es que se ponen a producir productos que tienen mucho valor en el exterior y generan grandes ingresos tanto para su país como para sus productores», puntualizó.
Añadió que esos países lo que hacen es ver en los mercados los productos que se pueden aprovechar mejor, la potencialidad y después planificar la planificación interna, pero eso no solo lo hace el sector privado, sino que son estrategias del sector público en conjunto con los privados. “Una planificación de largo plazo es lo que nunca nosotros hemos tenido; segundo, cada vez el país está consumiendo productos importados de Brasil y Argentina y son productos transgénicos que estos países han desarrollado mucho esta tecnología que los bolivianos no tienen accesos y por lo tanto, sigue cada vez consumiendo e importando más”, sostuvo. En conclusión, para el gerente de la CAO, el país nunca ha tenido una planificación a largo plazo, planificación entre el sector público y privado; por otro lado, el consumo de los bolivianos está siendo reemplazado por el local ya que este último no se puede consumir por los costos altos y falta de acceso a esas tecnologías y sin embargo, cada vez “los bolivianos estamos consumiendo todo lo que se produce en otro país”.
Señalan que en el país hay oportunidades
La agricultura boliviana no está exenta de oportunidades. De hecho, la agropecuaria de Santa Cruz muestra una faceta promisoria en actividades de investigación e innovación que impulsan la producción y las exportaciones. Es el caso de la exportación al mercado brasileño de material genético bovino, producido en haciendas bolivianas; todo un ejemplo de las posibilidades que se abren a la industria agroalimentaria, como resultado de un trabajo visionario de agricultores que apuestan por la innovación y la diversificación productiva.
Están las ventajas de retornar a un sistema mejorado de concesiones forestales y programas en varios rubros.
3 Debilidades
Los progresos en el campo de la innovación agrícola, ganadera y forestal van decayendo.
19 de noviembre de 2017
Fuente: El Día
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