En Bolivia, en el curso de cuatro décadas o más, se han registrado cambios en el perfil demográfico, social, económico y cultural del país, con impactos importantes en la movilidad social. Estos cambios se han producido en un contexto socioeconómico caracterizado por: i) la migración campo-ciudad y la aceleración del proceso de urbanización; ii) las mutaciones en el mercado laboral, determinados en gran medida por el traspaso de una parte de la población desde el sector agrícola a las actividades de servicios, principalmente comercio; iii) la extensión paulatina de la cobertura de educación y salud y el mayor acceso relativo a estos servicios.
El presente artículo pasa revista a los resultados que arrojan algunos de los estudios sobre movilidad social y los factores explicativos1.
Índice de Movilidad Social
El índice de Movilidad Social2 mide la porción de la brecha educativa de los jóvenes no explicada por el nivel de educación de los padres y el nivel de ingresos de la familia. Según el estudio de Castellani y Zenteno3, con base en el modelo de Andersen4, el Índice de Movilidad Social en Bolivia ha mostrado mejoras continuas, habiendo pasando de 0,81 en 2000 a 0,91 en 2013. Esto significa que los factores familiares (nivel educativo de los padres y el nivel de ingresos de la familia) bajaron su incidencia sobre la porción de la brecha educativa de los jóvenes entre 13-19 años, desde 19% en 2000 a 13% en 2006 y a 9% en 2013.
La desagregación del índice por áreas geográficas, por género e etnicidad también ha progresado, principalmente en el área rural y para las mujeres en la segunda mitad de la década. Según este índice, Bolivia presenta niveles de movilidad social, entre los más altos en la región.
De acuerdo al estudio de Castellani y Zenteno, la clase media en Bolivia se habría duplicado, pasando de 18% a 38% de los hogares entre 2000 y 2012.
El incremento más significativo se ha dado a partir del año 2006, coincidiendo con la bonanza económica de la década pasada. Así, si la reducción de la pobreza rural se tradujo en el incremento de la población en situación de vulnerabilidad, en el área urbana ese mismo fenómeno ha significado el incremento de la “clase media”. Se observa, pues, que la clase media (hogares con un ingreso per cápita entre US$10 Y US$50) ascendió de 18,1% en 2000 a 38,6% en 2012; vale decir que se duplicó. La clase media en situación de vulnerabilidad (hogares con un ingreso per cápita entre US$4 Y US$10) también se expandió de 28,6% en 2000 a 35,5% en 2012. La mayor expansión ocurrió entre 2006 y 2012.
Entretanto, el estrato de “pobres” (hogares con un ingreso per cápita de menos de US$ 4) disminuyó en este periodo pasando de 51,2% en 2000 a 24% en 2012. En ese sentido, las diferencias urbano/ rural fueron significativas. Por un lado se observa que el incremento de la clase media vulnerable proveniente de los que estaban en una situación de pobreza fue más acentuado en el área rural, mientras que la reducción de la pobreza en el área urbana resultó en un aumento de la clase media.
Salida y retorno a la pobreza
Ahora bien, el Informe de Desarrollo Humano de América Latina y el Caribe (2016) utiliza la misma clasificación de estratos sociales y coincide con el estudio de Castellani y Zenteno en términos del mayor incremento de la clase media vulnerable y de la clase media en Bolivia, siguiendo el patrón general de los países de América Latina.
El informe del PNUD también muestra que el movimiento de movilidad social es tanto ascendente (salida de la pobreza) como descendiente (retorno a la situación de pobreza) y, por lo tanto, es importante considerar el efecto neto de ambos movimientos.
Clase media vulnerable
El informe ya citado, profundiza la situación de la nueva clase media en situación de vulnerabilidad en el sentido de que este grupo tiene mayor probabilidad de caer en situación de pobreza que los otros grupos si ocurren cambios en sus fuentes de ingreso, tanto laboral como de transferencias directas.
Los desastres naturales es otra amenazada que afecta especialmente a los estratos más empobrecidos.
Ello es aún más grave debido al menor acceso de este grupo a otras dimensiones del bienestar social, distintas del ingreso, como, por ejemplo, el acceso a la educación, la salud, la vivienda y otros servicios básicos, el trabajo decente y la jubilación contributiva. Este menor acceso se debe a la vigencia de un sistema de bienestar con menor cobertura y menos comprensivo, como es el caso particular de Bolivia.
Consideraciones finales
Una amplia literatura busca explicar los factores que explican la disminución de la pobreza y la desigualdad en América Latina, y en Bolivia en particular. En relación a la pobreza y la desigualdad monetaria, cuatro factores son mencionados a menudo: i) cambios demográficos, ii) mejoras en el contexto macroeconómico, iii) ampliación de las políticas sociales vía incremento del gasto social, y iv) cambios en la dinámica laboral.
Pese a que la discusión del peso relativo de cada uno de dichos factores es una discusión inconclusa, las evidencias indican que a partir de 2005 el factor más importante ha sido la expansión del trabajo y de las remuneraciones en las actividades que exigen menos calificación y principalmente en los sectores no transables y desprovistos de la protección de la regulación laboral.
Ahora bien, todo indica que la con la caída de los precios internacionales de las materias primas será difícil sostener esa la dinámica laboral, lo que también advierte del probable achicamiento de las ocupaciones no transables muy asociadas al boom económico previo. Así pues, debido a su importante rol en la disminución de la pobreza y la desigualdad por ingreso, se prevé la reversión de los indicadores sociales si no cambia la tendencia internacional de bajos precios de las materias primas que el país exporta.
En un contexto de fin de la bonanza, como es el actual, las tendencias son también de desaceleración del crecimiento económico y, consiguientemente, de estancamiento o reversión de las mejoras sociales. El principal factor que incidirá en el previsible empeoramiento del bienestar de la población es el límite de la expansión de los ingresos laborales y de los puestos de trabajo menos calificados.
También ha de tomarse en cuenta las consecuencias negativas de la expansión del gasto social sin cambios profundos en la arquitectura de las políticas sociales.
Por todo ello, es muy relevante comprender las condiciones de la nueva clase media vulnerable para implementar medidas que precautelen su regresión a la pobreza y, al mismo tiempo, favorezcan la salida de la pobreza de los segmentos poblacionales que se mantienen en esta condición en el contexto de fin del boom económico.
_______________
1Basado en el documento de Fernanda Wanderley: “Los avances sociales y laborales en el período del boom económico y los desafíos con el fin de la bonanza” (www.fundacion-milenio.org)
2Behrman, J.R., N. Birdsaal y M. Székely (1998). “intergenerational Schooling Mobility and Macro Conditions and Schooling Policies in Latin America”, Research Department BID
3Castellani, Franscesca y J. Zenteno (2015). “Pobreza y movilidad social en Bolivia en la última década”, BID, Nota Técnica n. IDB-TN-889
4Andersen, L. (2001). “Social Mobility in Bolivia: Causes and Consequences for Development”, Instituto de Investigaciones Socio-Económicas, Universidad Católica Boliviana, Documento de Trabajo No 03/2001. http://www.iisec.ucb.edu.bo/assets/publicacion/2001-3.pdf