Economía, política, desarrollo sostenible

Coy 437 – Desempeño de la manufacturera nacional y el reto de la reconversión industrial

En este artículo, presentamos una aproximación a la situación de la industria boliviana, considerando los datos de crecimiento del producto industrial por diferentes sectores y de la evolución de los volúmenes exportados en los últimos años. A partir de este panorama general, se adelanta una reflexión sobre la idea de un proceso de reconversión industrial. Esto último resulta particularmente pertinente para el momento electoral que se vive en Bolivia y que debería ser propicio para el debate de los partidos en torno a las alternativas de desarrollo industrial.

Crecimiento del producto industrial

En 2018, la industria manufacturera tuvo una tasa de crecimiento de 5,5%, por encima de la tasa de crecimiento global del PIB (4.2%). Este resultado se explica primordialmente por el extraordinario crecimiento del sector de manufacturas, que creció a una tasa de 23,3%, y en particular el rubro de producción y exportaciones de la joyería de oro, que creció en casi 30 por ciento. Además, a partir de 2018 el país comenzó a producir y exportar urea granulada, lo que también incidió en la alta tasa de crecimiento de este rubro.

PIB de los sectores de la industria manufactureraEl rubro de alimentos, bebidas y tabaco creció en 2018 a una tasa promedio de 4 por ciento, liderado por los sectores de agroindustriales, principalmente soya y girasol, tanto para el mercado externo como interno.

La industria liviana, como los textiles, productos de madera y papel, mostraron tasas más bajas de crecimiento, por debajo de 2 por ciento. Como se sabe, estos rubros son de los más expuestos a la competencia de las importaciones, y notablemente el contrabando, y también a la significativa apreciación cambiaria.

Asimismo, también ha de considerarse que todo el sector industrial ha sido afectado por los elevados costos de producción, especialmente los costos laborales y de transporte, lo cual, por cierto, ha impactado con grados diferentes a los distintos rubros manufactureros.

Rubros para el mercado externo, rubros para el mercado doméstico

Desde el punto de vista de los mercados de destino de la producción, la industria nacional exhibe muy pocos cambios. De hecho, de los sectores de manufacturas solamente dos están orientados a las exportaciones, ya que destinan una parte importante de su producción a los mercados externos: i) alimentos procesados, que comprende básicamente la cadena de la soya y sub-productos, y ii) productos metálicos básicos, que comprende la fundición de metales, en especial estaño, plomo, plata, antimonio y oro.

Los demás sectores de la industria orientan su producción básicamente al mercado interno, lo cual no les permite alcanzar economías de escala y, por consiguiente, tienen menos margen para reducir costos y lograr ser más competitivos.

El cuadro siguiente muestra la tasa de crecimiento de los subsectores industriales en el país, considerando tres períodos sucesivos:

PIB de los sectores de la industria manufacturera 2Evolución de volúmenes exportados

A continuación, un registro de los volúmenes exportados para distintos sectores de la industria manufacturera en los últimos 5 años.

Exportaciones de los sectores de la industria manufactureraComo puede apreciarse de los datos anteriores, en la gestión 2018, el sector de productos químicos experimentó un crecimiento significativo, debido al crecimiento en los volúmenes exportados de urea granulada y alcohol etílico. También se percibe un aumento en los volúmenes exportados de alimentos procesados, especialmente la recuperación de los volúmenes de exportación de soya.

El reto de la reconversión industrial

El contexto descrito líneas arriba, puede ser útil para examinar la pertinencia de la propuesta de política industrial formulada recientemente por la Cámara Nacional de Industrias1, centrada en la necesidad de impulsar un proceso de reconversión de la industria nacional. La propuesta de la CNI tiene dos pautas estratégicas: (1) reconvertir las industrias tradicionales del país (confecciones, metalmecánica, cueros, maderas, materiales de construcción y otras) hacia patrones de mayor eficiencia y competitividad; (2) incorporar las nuevas tecnologías al aparato productivo para generar una nueva oferta de bienes y servicios (p.ej., en alimentos, medicamentos, software y hardware, biocombustibles, fertilizantes, productos químicos, industrias creativas y muchos otros) a mercados emergentes. Dicha estrategia se apoya, además, en la idea de que es posible un efecto de sinergia y traspaso de capacidades productivas entre ambos conjuntos industriales vía alianzas estratégicas, innovación, subcontratación, desarrollo de proveedores.

La premisa es que los avances tecnológicos abren posibilidades de desarrollar una amplia gama de productos diferenciados, mercados y oportunidades de inversión, desde sectores extractivos y de recursos biodiversos que existen en gran variedad en Bolivia y también desde nuevos procesos productivos basados en la información y la utilización intensiva del conocimiento y la cualificación del talento humano. Se trata, entonces, de apuntalar los nichos industriales que compiten en mercados globales y son susceptibles de poder desarrollarse en Bolivia. Las políticas de reconversión industrial comprenderían:

• Apertura de mercados y promoción de las industrias exportadoras en complejos productivos y posicionamiento comercial, con comerciales de diferenciación y denominación de origen.

• Movilizar la inversión nacional y extranjera al sector industrial.

• Incrementar la productividad de los factores productivos, para incrementar las ventajas competitivas de la industria boliviana, mediante programas de reingeniería de procesos, mantenimiento y asistencia técnica, transferencia tecnológica, eficiencia energética y producción limpia, flexibilización laboral.

• Desarrollo de proveedores, fortaleciendo las industrias rurales derivadas de actividades agropecuarias y forestales, mejorar la articulación proveedor-industria, fomentar la asociatividad en complejos productivos regionales.

• Capital humano cualificado a través de carreras profesionales, técnicas y capacitación pertinente al desarrollo industrial.

• Innovación tecnológica y vinculación de la educación y la formación técnica con las industrias.

• Internacionalización de PYMES

• Descentralización de la política industrial, con la transferencia de competencias y recursos desde el gobierno central a los gobiernos departamentales y municipales.

El impacto esperado de esta gama de políticas de reconversión industrial, hacia el año 2030, es que las exportaciones industriales representen el 40% de la canasta exportadora del país y que el empleo formal generado por la industria nacional alcance al 40% de todo el mercado laboral. Todo un desafío para el Estado, para las empresas y sus trabajadores y en general para el conjunto del país.

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1Cámara Nacional de Industrias, Propuestas de política industrial para Bolivia. Enero, 2019.

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