El sector de hidrocarburos fue la actividad regional más importante y dinámica en el departamento de Santa Cruz en 2017 llegando a representar 37.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) cruceño.
Le siguió en importancia la agricultura, silvicultura, caza y pesca, con una participación de casi 11 por ciento, mientras que la construcción decayó al 7 por ciento.
“En un entorno de debilitamiento de la economía boliviana, de los últimos años, Santa Cruz mantuvo tasas elevadas de crecimiento de 6.6 por ciento en 2016 y de 6.7 por ciento en 2017, muy por encima del crecimiento promedio del conjunto de la economía nacional. Así y todo, este desempeño dista mucho de las tasas excepcionales de los años 2012 y 2013, cuando la economía cruceña alcanzó tasas de 8.5 por ciento y 7.1 por ciento”, según el documento, “La economía cruceña: luces y sombras publicado por la Fundación Milenio”.
Pese a las cifras, la economía cruceña puede ser considerada como la locomotora económica de Bolivia, dado que su contribución al PIB nacional se situó en 31.5 por ciento, por delante de La Paz que registró en el mismo año 21% y Cochabamba alrededor de 15%. Cifras del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) señalaron que la contribución al PIB sería 28.7 por ciento.
En términos absolutos, el IBCE estimó que el PIB del departamento superó 10.000 millones de dólares en 2017, manteniendo una tasa de crecimiento por encima de la nacional que fue 4.2 por ciento.
HIDROCARBUROS
“La fuerte incidencia de los hidrocarburos en la economía cruceña, durante los últimos dos años, se explica por los incrementos en la producción tanto de gas natural (33.5 por ciento) como de líquidos (57.3 por ciento), registrados en 2017 con respecto de 2016”, indicó la publicación.
De hecho, Santa Cruz en el único departamento que ha conseguido incrementar su producción hidrocarburífera, mientras que Cochabamba, Chuquisaca y Tarija mostraron continuos descensos. De este modo, Santa Cruz se consolidó como el segundo productor de hidrocarburos en el país y por detrás de Tarija.
PRECIOS
Si bien, la soya tuvo un importante valor de exportación en 2017, este cayó en 21 por ciento en comparación a la gestión 2016, lo que debe atribuirse principalmente a los menores precios en el mercado internacional.
En efecto, en diciembre de 2012 la cotización de la soya alcanzaba a US$/Tonelada 607, para luego iniciar un descenso pronunciado hasta fines de 2015. En 2016, el precio tendió a recuperarse, para volver a caer el año siguiente, aunque en una forma menos pronunciada.
En un horizonte más amplio se observó que desde el 2000 (cuando la soya representaba el 64.2 por ciento del total de las exportaciones del departamento), los hidrocarburos –principalmente el gas natural– fueron ganando terreno. Como resultado, las exportaciones de soya pasaron a un mínimo de 31.6 por ciento en 2011, mientras que los hidrocarburos exportados ascendían a más de la mitad (52.7 por ciento) del valor total exportado.
22 de septiembre de 2018
Fuente: El Diario
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