
Publicamos el informe del think tank europeo Centro de Estudios para la Democracia (CSD), basado en estudios en Bolivia, Argentina, México y Venezuela. La evaluación de la situación en Bolivia fue realizada por un equipo de especialistas de la Fundación Milenio.
La captura del Estado trasciende la comprensión convencional de la corrupción como transacciones aisladas. Representa un fenómeno sistémico en el que los intereses estatales, privados o extranjeros institucionalizan su acceso a recursos públicos, privilegios regulatorios y activos estratégicos. A través de la contratación opaca, la aplicación selectiva de la ley y el gobierno corporativo políticamente controlado, las instituciones públicas y las empresas estatales se transforman en instrumentos al servicio de grupos particulares en lugar del bien público. Los regímenes autoritarios extranjeros han encontrado oportunidades para explotar estas debilidades de gobernanza, utilizando inversiones en energía y minería, crédito y transferencias de tecnología para extender su influencia económica y política en la región.
El informe evalúa cuatro grandes economías latinoamericanas, que representan diferentes sistemas políticos y estructuras económicas, pero comparten vulnerabilidades comunes arraigadas en la dependencia de los recursos y la fragilidad institucional. Al mapear la interacción entre los déficits de gobernanza, la concentración sectorial y la influencia extranjera, el análisis tiene como objetivo revelar cómo los patrones de captura del Estado socavan la gobernabilidad democrática, distorsionan los mercados y debilitan la resiliencia a la interferencia externa.