Economía, política, desarrollo sostenible

LA PATRIA: Recursos naturales y desarrollo

Bolivia cuenta con suficientes recursos naturales para cimentar su desarrollo. Pero no ha sabido -ni hubo determinación- para lo que ya en 1936, el venezolano Uslar Pietri llamaba «sembrar el petróleo», es decir que los hidrocarburos, que daban grandes ingresos a su país, debían ser parte de una política de incentivos para proyectos de desarrollo sostenible que satisfagan «las necesidades actuales, sin comprometer las de las futuras generaciones, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social». Venezuela no lo hizo, y tampoco lo está haciendo Bolivia. Ahora, a Venezuela -y también a Bolivia-, se le acabó la época de las «vacas gordas» del petróleo; claro que también las dificultades se deben a la ineficiencia y al derroche del populismo.

Las incongruencias no son solo en el tema de los hidrocarburos, sino también se presentan en torno a otros recursos no renovables como el oro. La Fundación Milenio acaba de publicar un informe: «Exportaciones de oro: enigmas y sombras», y se refiere a que la minería del oro «está primordialmente vinculada con las explotaciones y el comercio ilegal (…), una cuestión de suyo compleja, y que envuelve, entre otros aspectos, la procedencia del oro exportado, el pago de regalías e impuestos, los mercados de destino, etc.».

«¿Cómo se explica -afirma dicho informe- que las cooperativas que presuntamente aportan casi toda la producción nacional de oro registrada, apenas participen con el 0,6 % del total exportado?» Y a la inversa: «¿Cómo puede ser que la minería privada exporte el 99,4%, cuando apenas produce el 1 % del oro boliviano? Una de dos: son empresas privadas las que compran el oro producido por las cooperativas, y su negocio es la exportación, o bien el volumen y el valor de la producción de oro, adjudicado a las cooperativas, en realidad es equívoca, y podría tratarse solamente de una ficción estadística».

Pero hay más: la Fundación pone de manifiesto que, según el Ministerio de Minería, la producción boliviana de oro en 2017 fue de 24,9 toneladas, por un valor de $us 1.009 millones (hay discrepancias no significativas sobre esta cifra) y la recaudación por regalías en 2017 fue de $us 31,6 millones de dólares, cuando en realidad debió alcanzar $us 71,8 millones. No se conoce si esto corresponde a lo que debe recaudarse por regalías, ni el destino de esos recursos.

En lo del oro -como antes el estaño y ahora los hidrocarburos- también se ignora la advertencia de Pietri. Las consecuencias de no «sembrar el petróleo», junto al derroche irresponsable y la corrupción, las pagará el pueblo.

11 de octubre de 2018
Fuente: La Patria

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