Un reciente informe de la CEPAL sitúa a Bolivia entre los países cuya conectividad ha crecido más entre 2010 y 2015, junto con Nicaragua, Guatemala y El Salvador 1. Según este informe, Internet ha acelerado su expansión en América Latina, destacando que un 55% de los habitantes de la región se han conectado a la red en 2015, un 20% más que en 2010. Y lo que es más importante: que la penetración e influencia de la banda ancha ha conseguido despegar en países donde el acceso a Internet era muy limitado, que sería el caso de Bolivia, en gran medida porque los servicios de conexión han reducido sus costes y un gran número de habitantes han comenzado a usar Internet móvil en dispositivos como teléfonos y tabletas.
Las brechas regionales y nacionales aún se mantienen, tanto en la adopción de banda ancha como en la calidad del servicio. Esto se nota en el caso de Bolivia, cuyo desempeño se mantiene rezagado en el acceso de los hogares, la velocidad de Internet y costo del mismo, junto con una penetración fuertemente centrada en el ámbito urbano, mientras que los indicadores para el área rural siguen siendo de los peores de la región 2.
Difusión de Internet
En Bolivia, el número de usuarios de internet ha dado un salto importante desde el año 2005, cuando sólo el 6% de sus habitantes utilizaba Internet, hasta el año 2015, en que ya más del 45% de la población accede a la red, lo que representa una tasa anual promedio de crecimiento de más del 76%. Con todo, todavía más de la mitad de la población nacional no está conectada a Internet. De otro lado, si bien el número de usuarios bolivianos ha crecido más rápidamente que muchos otros países de la región, este crecimiento es insuficiente para lograr una cobertura similar a los países más avanzados, en los cuales dos terceras partes de la población utilizan Internet.
Bolivia es uno de los países con menor porcentaje de hogares con acceso a internet por conexión fija. En cambio, la relevancia de los accesos públicos así como la conexión a través de equipos móviles es sumamente alta. Hasta el 2014, únicamente el 17% de todos los hogares bolivianos tenía una conexión a Internet (95% de los cuales se hallaban en las áreas urbanas), muy por debajo del promedio regional, en el orden de 43.4%%.
Penetración de banda ancha
Una característica que se observa en el mundo entero es la mayor penetración de la banda ancha móvil con relación a las conexiones fijas. Esto se explica, en parte, por la fuerte caída en los precios de los dispositivos móviles, pero también por los patrones de acceso de los usuarios; las personas prefieren cada vez más el uso de pantallas más pequeñas y portátiles. Los datos para el 2015 muestran que América Latina tiene en promedio 74,6 suscripciones activas a banda ancha móvil por cada 100 habitantes, mientras que sólo alcanza las 18,4 en el caso de las suscripciones fijas. Esto va en línea con lo observado en los países desarrollados, donde el promedio de conexiones por cada 100 habitantes se sitúa en el orden de las 30,1 en el caso de las suscripciones fijas y de 90,3 de suscripciones móviles.
En la región se observa cierta regularidad entre los países menos desarrollados, donde las conexiones móviles muestran una penetración relativa mucho más marcada que en las economías más desarrolladas de la región.
Asequibilidad
La asequibilidad al servicio de banda ancha fija se puede medir por el precio promedio ofrecido de 1Mbps como porcentaje del PIB per cápita. Este indicador es una aproximación a la proporción del ingreso que debe destinarse para acceder a banda ancha. A menor proporción del ingreso destinado, mayor la asequibilidad al servicio 3. Según los datos de la CEPAL, si en 2010 se requería destinar cerca de 18% de los ingresos promedio mensuales para contratar un servicio de 1 Mbps, en 2014 esta cifra había caído al 3,8%, y en 2015 al 2%. El mayor avance se ha registrado en Bolivia, donde pasó de 84,8% en 2010 a 21% en 2014. La reducción en los costos permite que más personas puedan acceder a Internet.
Tratándose de la banda ancha móvil, Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica son los países con mayor asequibilidad, entre 17 evaluados en la región, pero sólo Uruguay está por debajo del 1%, mientras que ocho están entre 1,5% y 4%, seis entre 6% y 8,5%, y dos por encima de 10%; Bolivia se halla entre estos últimos.
Bolivia posee el menor número de suscripciones por cada 100 habitantes dentro de Sudamérica, lo que es un reflejo de los altos precios relativos tanto de la banda ancha fija como móvil, pero también es el país que más rápido crece en términos de cobertura y en reducciones en los precios de los servicios, en los últimos 5 años. Si bien la conectividad es un problema latente, también es cierto que las restricciones de uso están bajando, sobre todo desde dispositivos móviles.
Calidad del servicio
Entre las varias formas de medir la calidad del servicio una muy común es la velocidad de conexión, tanto en su indicador de carga como de descarga. En Sudamérica, la velocidad de carga promedio es 3,1 Mbps. En 2014, Perú y Bolivia, se hallaban entre las tres economías con más baja velocidad de carga, pero en 2015 Perú pasó a ser la segunda más rápida, mientras que Bolivia alcanzaba los 2,84 Mbps, situándose en el grupo de velocidades medias del continente.
La velocidad de descarga promedio en banda ancha global para Sudamérica en 2015 fue 7,70 Mbps (0,5 más que en el 2014), y con Uruguay, Colombia y Perú como los tres países con mayor velocidad, en tanto que Bolivia pasó de una velocidad promedio de descarga en el 2014 de 2,57 Mbps, a una velocidad de 7,1 en el 2015, lo que está relacionado a la masificación de las redes 3G y 4G.
Bolivia, Venezuela y Paraguay son los más rezagados en alta velocidad de internet, con 0,5% de conexiones de más de 10 megabits por segundo (Mbps) y 0,2% de conexiones por encima de 15Mbps. En contraste, Chile, Uruguay y México muestran los mejores rendimientos, con un 15% de sus conexiones por encima de 10 Mbps y cerca de 4% por arriba de los 15 Mbps. Para este organismo, la velocidad de acceso de la banda ancha fija es clave para los procesos productivos y el salto que debiera dar América Latina para aumentar sus índices de crecimiento económico.
A la vista de las referencias anteriores, es indudable la expansión acelerada del uso de Internet en América Latina, donde la adopción de esta tecnología se ha duplicado en un lapso de siete años. Este crecimiento, sin embargo, no ha resuelto la brecha con los países desarrollados, ni tampoco la heterogeneidad en la trayectoria digital de los países del continente, y al interior de los mismos, sobre todo entre las zonas urbanas y rurales.
Se debe subrayar el notable impacto de la banda ancha móvil en el acceso y difusión de Internet, fenómeno que es trasversal a toda la región, incluida Bolivia, y en donde, por otra parte, la penetración de los servicios de banda ancha fija es todavía muy limitada y el costo de acceso relativamente alto.
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1 Cf. CEPAL: El estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe 2016, CEPAL, Santiago, 2016
2 Cf. Henry Oporto/JG Espinoza: “La industria digital naciente en Bolivia». Emprendimientos y modelos de negocios en el campo de la tecnología de la información. En El fin del populismo. ¿Qué viene ahora? El reto de la innovación y diversificación. Henry Oporto (editor.) Plural editores, 2017
3 Cf. CEPAL. Ibídem
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