La economía boliviana se estancó en los últimos tres años, pues el PIB real en 2022 aumentó sólo en 0,2 por ciento en comparación con 2019, resaltó la Fundación Milenio en su informe sobre la economía de Bolivia. Al mismo tiempo, en muchos sectores se ha visto una caída de la producción a niveles inferiores a la época previa a la pandemia.
“Los desajustes fiscales, la menor producción de gas y la sequía de inversiones, así como la falta de correcciones oportunas han incrementado el riesgo de inestabilidad cambiaria. También aumentó la probabilidad de un estancamiento”, señaló el investigador y director de esta fundación, Henry Oporto, durante la presentación del documento.
Añadió que “es evidente la asimetría en el desempeño de los sectores económicos. De 13 categorías principales del PIB, ocho de ellas no llegaron a recuperar el nivel que tenían en 2019”.
De acuerdo a datos del Ministerio de Economía, el PIB real (con un precio base de 1990) en 2019 era de 49.257 millones de bolivianos y en 2022 llegó a 49.356 millones, lo que representa un aumento de sólo 0,2 por ciento.
Asimismo, comparando el PIB real por sectores, Oporto advirtió que el de petróleo y gas natural cayó en -12,1 por ciento, el de servicios comunales en -8 por ciento y el de servicio doméstico en -10 por ciento (ver infografía).
Comparado con 2021, el PIB real en 2022 creció en 3,5 por ciento, por debajo del promedio de la región: 3,6 por ciento.
Las perspectivas de entidades internacionales no son muy alentadoras. Para este año, el Banco Mundial calculó un crecimiento de 2,7 por ciento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) de 1,8 por ciento y la Cepal de 2 por ciento.
El economista Gonzalo Chávez dijo que estos datos, así como otros sobre la economía boliviana, “no son otra cosa que la muerte del modelo primario, exportador, rentista, extractivista y centralista, coquetamente renombrando como Modelo Económico Socio Comunitario Productivo”.
El principal problema, según Chávez, es la caída de los ingresos por la venta de hidrocarburos. Recordó que en 2014 se exportó más de 6.600 millones de dólares y el Estado recibió 5.480 millones, dinero suficiente para financiar el gasto y la inversión pública, así como sostener políticas sociales.
No obstante, con la caída de la producción por falta de exploración, en 2022 las exportaciones cayeron a menos de 3.000 millones de dólares y la renta petrolera a 2.289 millones. “Ya no hay esos recursos”, dijo.
Otros 4 problemas centrales
La economía boliviana enfrenta, además del estancamiento, otros cuatro problemas, según el investigador Henry Oporto. Estos son:
1. La fragilidad de la posición externa, la falta de dólares genera desconfianza en el pago de deuda externa y la importación de combustibles.
2. El déficit fiscal que se repite por nueve años.
3. El hecho de que Bolivia se haya convertido en un importador neto de hidrocarburos.
4. La incertidumbre sobre el rumbo de la economía, con políticas que no cambian.
1 de julio de 2023
Fuente: Los Tiempos
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