Un estudio del investigador José Carlos Solón señala que los intereses y amortizaciones que pagó YLB (2018-2020) sumaron $us 25,7 millones, pero sus ingresos desde 2013 hasta 2019 fueron $us de 11,8 millones.
La Fundación Milenio señala que si bien los términos del crédito del BCB son favorables para inversión, tasa muy baja y plazos extendidos, es “altamente dudoso que YLB logre generar un flujo de caja”.
“El precio internacional del cloruro de potasio (KCL ) es bajo y con la logística boliviana un cálculo net back (precio – logística) no deja suficiente margen para cubrir costos y generar excedentes para amortizar los créditos”, resalta.
Milenio sostiene que la fase de industrialización de litio está a no menos de un año de ponerse en operación y aun no se ha contratado una planta de tratamiento de agua que es necesaria para que opere la Planta de Carbonato de Litio con capacidad de 15.000 toneladas/año.
Esta planta tiene un retraso de más de año y medio, si se toma en cuenta que además falta terminarla y ponerla en marcha, sería sorprendente que arranque antes de julio del 2023.
“Con los precios actuales de carbonato de litio, más de 50.000 dólares la tonelada, el país se pierde unos 750 millones de dólares de ingreso”, apuntó.
La producción actual de 1.000 toneladas por año de carbonato de litio vale unos 50 millones de dólares, si se suma las ventas de cloruro de potasio, no se genera más de 100 millones por año de ventas. “Cuando se descuentan los costos de operación el saldo (si es que hay) es insuficiente para amortizar una inversión de unos 740 millones de dólares”, advirtió Milenio.
21 de febrero de 2022
Fuente: Página Siete