Bolivia con la tasa más alta de ocupación, pero con menores ingresos.
La paradoja del mercado laboral en Bolivia es que, exhibiendo una tasa de ocupación considerablemente alta, arrastra un problema crónico de precarización, que se refleja en el inusitado crecimiento del cuentapropismo -un tipo de ocupación eminentemente informal, desprotegida y casi siempre mal remunerada-, pero esta actividad va llegando a su límite, según el exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, quien presentó el informe de Milenio ante una concurrida audiencia.
Ocupación y empleo son cosas diferentes, dijo Espinoza en la presentación del Informe sobre la economía de la Fundación Milenio, en el que empezó a desglosar todo sobre la informalidad y el cuentapropismo.
Explicó que antes de la pandemia el ingreso promedio de las familias estaba en 3.200 bolivianos, pero después de la emergencia sanitaria se redujo a 2.800, una pérdida del 14%, que obligó a las personas a empezar a crear actividades para compensar la caída.
“Esta caída de ingresos con más gente, con más esfuerzo laboral, tiene un límite. En los últimos trimestres de 2023, la tasa de creación de actividad y ocupación ha ido reduciendo”, apuntó el expositor a tiempo de aclarar que no es que las empresas han creado más trabajo, sino que la gente se ha inventado más ocupaciones, por ello hay una reducción de la desocupación.
Bolivia tiene la tasa más alta de ocupación, pero con menos ingreso, y con menos beneficios, menor estabilidad, sin seguro y una precarización de la actividad económica con un salario reducido, detalló.
Mientras el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, sostiene que la informalidad todavía no llegó al límite, pero está muy cerca, ya que estima que está en 95%.
Informe
De acuerdo al “Informe de la Fundación Milenio 2024”, actualmente, la informalización es una característica omnipresente en la economía boliviana: el 70% de los hogares urbanos del país se encuentran en situación de ocupación informal. El desempeño del mercado laboral en la gestión 2023, corrobora las dificultades persistentes para recuperar el nivel de ingresos familiares perdidos desde la irrupción de la pandemia.
De acuerdo al estudio, el ingreso laboral promedio se ha mantenido prácticamente sin cambios desde mediados de 2022, cuando abandona una tendencia ascendente, para ingresar en una trayectoria plana.
Como resultado, el ingreso promedio de 2023 es 14% que el ingreso promedio de 2019, lo cual indica que la situación laboral del país sigue marcada por el deterioro en la calidad de los empleos y por tanto, en las condiciones de vida de la mayoría de los bolivianos.
Niveles de desocupación y ocupación
En 2023 el nivel de desocupación en el mercado laboral llegó a 3,9%, consistentemente con la tendencia de caída de este indicador desde la salida de la pandemia (cuando llegó a cifras récord de hasta el 10,8%).
La Población Ocupada en el ámbito urbano ha pasado de 4,39 millones en 2022 a 4,56 millones en 2023, lo que supone un crecimiento anual de 4% en el total de la población que declara estar ocupada. Este crecimiento es más del doble del registrado un año atrás, de solamente 1,6%.
Mujeres
El inusual incremento en la Población Ocupada viene impulsado por la mayor incorporación de mujeres al mercado laboral. Así, mientras la población femenina ocupada en 2023 avanzó a una tasa de 5,9%, la población ocupada de hombres creció tan solo 2,3%, respecto de la tasa registrada en 2022.
En términos de variación neta del nivel de ocupación, los datos del cuarto trimestre de 2023 registran un incremento de 174 mil nuevos empleos con relación al mismo trimestre de 2022. De estos nuevos empleos, 119 mil corresponden a empleos ocupados por mujeres, mientras que apenas 54 mil corresponde a labores realizadas por varones. La mayor incorporación de las mujeres al mercado laboral es una tendencia que ha ganado fuerza, especialmente en el período posterior a la crisis sanitaria del covid-19.
No obstante, el nivel bajo de desocupación abierta, se constata la desaceleración en el ritmo de creación de nuevos empleos y mucho más tratándose de hombres que de mujeres. La creación menguante de nuevos empleos (formales e informales) se da desde mediados de 2021 y se ha acentuado en los años 2022 y 2023. Este fenómeno es más evidente cuando se compara con la situación laboral previa al estallido de la pandemia. Ello sugiere una saturación en ciertas actividades que tienen más dificultades para absorber a nuevos trabajadores, incluso en aquellos rubros donde predominan las labores por cuenta propia, detalla el informe.
Tasa de participación
Tasa de participación laboral
La tasa de participación ha presentado un incremento sustancial, sobre todo en el trienio 2021-2023. Para los hogares, que buscan compensar una caída pronunciada de los ingresos laborales, la incorporación de más miembros de la familia al mercado laboral es una estrategia recurrente. La mayor participación laboral se da ante todo por cuenta de las mujeres, cuya tasa de participación ha subido en más del 8%, pasando de una tasa promedio del 60% al término de 2019 a una tasa de 68,4% al concluir el 2023; siendo ésta la tasa de participación más alta en la etapa posterior a la emergencia sanitaria, complementa.
Si bien la tasa de participación de los hombres ha crecido, su magnitud es considerablemente menor que la tasa de participación de las mujeres. Esto sugiere que el esfuerzo de las familias por insertar a sus miembros al mercado laboral, y con ello acrecentar de alguna manera los ingresos del hogar, está muy centrado en el trabajo de las mujeres, apunta.
Crece el cuentapropismo
La inserción laboral de nuevos integrantes del hogar está fuertemente asociada con las actividades cuentapropistas, las cuales entre 2022 y 2023 tuvieron un incremento de la población ocupada en el orden del 6,4%.
Comparativamente, el aumento en el nivel de ocupación de Obreros o Empleados Asalariados ha sido de 2,1%. También se debe destacar el aumento de la ocupación de las mujeres en actividades de servicios domésticos, con una tasa de crecimiento de 38%, habiendo pasado de 89 mil mujeres ocupadas en 2022 a un poco más de 119 mil en 2023, sostiene el documento.
19 de julio de 2024
Fuente: El Diario