Tres hechos económicos caracterizaron la gestión 2007, que fue el segundo año del gobierno de Evo Morales: la inflación creciente, el bajo nivel de la inversión y el crecimiento modesto.
La inflación, por primera vez desde 1995, alcanzó los dos dígitos, llegando a diciembre del 2007 a 11.73 por ciento, registro superior al promedio en América Latina (6.1 por ciento), tasa que agregada a la inflación del 2006 (4.95 por ciento), suma 16.68 por ciento de inflación acumulada entre 2006 y 2007.
Existen factores internos y externos que explican esta situación. Entre los internos destaca el factor primario de cualquier proceso inflacionario, que es el exceso de liquidez en la economía. Debido a la expansión en el ingreso de divisas, la base monetaria creció en 55 por ciento entre diciembre del 2007 y diciembre del 2006 y 42 por ciento de diciembre del 2005 a diciembre del 2006, niveles que pueden considerarse inéditos en los últimos años, y que ocasionaron un exceso de liquidez y, en consecuencia, presiones de demanda. Los efectos negativos en la producción agropecuaria a comienzos del 2007, causados por “El Niño”, también constituyen otro factor explicativo, debido a que determinaron una reducción en la oferta agropecuaria interna. Externamente debe tomarse cuenta el incremento de los precios de los alimentos a nivel mundial.
En este escenario la política antiinflacionaria en el ámbito monetario, se concentró principalmente en la realización de operaciones de mercado abierto y en la apreciación permanente del Boliviano. Mientras que los responsables del Poder Ejecutivo, aplicaron varias disposiciones orientadas a prohibir exportaciones, liberar importaciones de alimentos y de otros productos, importar y vender a precios subvencionados alimentos o insumos, como la harina, el arroz y la carne y creando empresas estatales para la producción y comercialización de alimentos.
Ninguna de las medidas descritas alcanzó el objetivo de moderar las presiones inflacionarias, como se puede verificar en el nivel de inflación a diciembre del 2007, más bien las operaciones de mercado abierto están aumentando la deuda interna, la apreciación de la moneda nacional impacta negativamente en las exportaciones y está desplazando a la producción local. Finalmente, las medidas de intervención solamente estimulan la especulación y el incremento de precios.
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