La Fundación Milenio observa menor expansión del gasto y la demanda agregada y desequilibrios macroeconómicos por menores exportaciones e ingresos fiscales, principalmente del sector hidrocarburos. Es necesario impulsar más la inversión privada, recomienda.
En su informe sobre la economía boliviana presentado recientemente, la entidad señala que el crecimiento desde 2013 se ha desacelerado hasta cerrar en 4,3% en 2016 y 3,3% en el primer trimestre del año, el más bajo de los últimos siete años.
Los factores que influyeron en este comportamiento por un lado son la caída de las exportaciones en 5,9% en 2015 y 5,7% en 2016, que tuvieron una incidencia negativa de 2% y 1,8% en el Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, Milenio observa una menor expansión del gasto público y consumo de los hogares como porcentaje del PIB y que eran los que apuntalaban la demanda interna.
Por ejemplo, el gasto de la administración pública disminuyó de 9,2% a 1,6% entre 2015 y 2016, la inversión pública de 8,5% a 2,4% y el consumo de los hogares de 5,3% a 3,4%. «Debido a la caída persistente de ingresos, hubo necesidad de contraer el gasto, principalmente en el Gobierno general, ya que los gastos de capital de las empresas continuaron en ascenso”; precisa.
La caída de la inversión se dio sobre todo en las gobernaciones y municipios por menores impuestos y regalías del gas.
Mientras que en el consumo de los hogares se advierte una ralentización, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por incentivar el consumo interno con mejoras salariales continuas, el acceso irrestricto al dólar barato y otras medidas.
Hasta el año pasado, de acuerdo con el análisis de Milenio, los sectores más dinámicos de la economía fueron los servicios financieros que se expandieron en 7,9% y la construcción, 7,8%, mientras que el de hidrocarburos decreció en 4,4%.
Se estancaron la agricultura en 3,1%, la agricultura tradicional 1,9%, las manufacturas 6,2%, los productos de refinación 10,7% y textiles 1,1%. Sólo repuntó la minería con un crecimiento de 4,7%, aunque las exportaciones del sector decrecieron en 2%.
Este menor nivel de crecimiento económico impacta en menores ingresos y el desplome de las exportaciones de gas constituye el factor que explica el déficit fiscal de 6,6% en 2016, señala Milenio. Para este año se prevé un 7,8%. También identifica déficit en cuenta corriente y pérdida de Reservas Internacionales Netas por la política monetaria expansiva y déficit fiscal, y una contracción de la inversión extranjera.
Dilemas
Para Milenio se debe impulsar una reforma fiscal y monetaria para no socavar la estabilidad macroeconómica.
Un desafío es aumentar la productividad y la inversión como nuevos motores de crecimiento.
«Es preciso cambiar las prioridades, pasar del consumo a la inversión en la estructura de la demanda, de los sectores no transables a los transables en la estructura de la oferta, pensar más en el mercado externo y la participación en cadenas de valor”, sugiere Milenio.
Además de mejorar el clima de negocios y la institucionalidad.
El BCB advierte sobre riesgos internos y externos
El Banco Central de Bolivia (BCB) advirtió que la economía boliviana enfrenta al menos cinco riesgos a nivel interno y externo que pueden afectar su crecimiento.
En su Informe de Política Monetaria de julio la entidad señala que entre los riesgos de origen interno se encuentran una baja, pero aún latente probabilidad de fenómenos climatológicos adversos y la posibilidad de retrasos en el gasto interno.
En el frente externo los riesgos se vinculan a la lenta recuperación económica de los principales socios comerciales y la menor demanda de gas natural por parte de Brasil.
Como también en menores precios de los principales productos de exportación.
Crecimiento
De acuerdo con el BCB, en el escenario más probable el crecimiento previsto hasta fines de la gestión estará en el rango de 4% a 4,5%, lo cual implicaría una corrección a la baja respecto a la previsión del Informe de Política Monetaria de enero 4,7%.
Esto como consecuencia de un menor desempeño al esperado inicialmente en el sector de hidrocarburos.
La expansión económica se sustentaría en un buen desempeño de la actividad agropecuaria, la recuperación en la minería y un mayor dinamismo en los sectores vinculados a la expansión fiscal y monetaria.
En este marco, la demanda interna compensaría una posible débil recuperación de los sectores no extractivos con mayor vinculación a la demanda externa, precisa el instituto emisor en el informe.
11 de septiembre de 2017
Fuente: Página Siete
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