La Fundación Milenio trabaja por varios años en estudios referidos a la problemática de la inversión en Bolivia. Nuestro interés por este tema nace de la convicción de que el país sufre de la carencia crónica de capitales que puedan dinamizar y modernizar su economía, creando oportunidades de negocios, emprendimientos, empleos de calidad y otros beneficios para los bolivianos.
El año 2021, publicamos el libro El capital corrosivo en Bolivia y los retos de buena gobernanza. En él se analizaron y documentaron casos de flujos financieros y malas prácticas empresariales que socavan el crecimiento económico sustentable y de largo plazo, además de sus efectos dañinos sobre la institucionalidad estatal y la confianza de la sociedad en la inversión extranjera.
Inmediatamente después, nos abocamos a examinar experiencias de inversiones extranjeras directas que, contrariamente a los capitales corrosivos, destacan por su integridad, transparencia, responsabilidad social, compromiso ambiental y respeto a la legalidad. La investigación cubrió los principales sectores de la economía boliviana: minería, energía, agroindustria, telecomunicaciones e industria manufacturera; en cada uno de los cuales se identificó y se puso en valor casos representativos de “capital constructivo”. Los resultados se hallan contenidos en el libro El capital constructivo. La inversión extranjera directa (2022).
A la luz de las experiencias analizadas, y de otros estudios sobre el tema, no hay duda de que el objetivo de movilizar inversiones en Bolivia choca con una serie de barreras, sobre todo cuando se trata de captar capitales constructivos portadores de buenas prácticas empresariales. Cuestiones como la inseguridad jurídica, la incertidumbre en las decisiones políticas, un marco normativo y regulatorio defectuoso e inconsistente, impuestos en muchos casos excesivos, la falta de incentivos adecuados y otras barreras jurídicas y administrativas, son factores que desalientan el interés de los inversionistas nacionales y extranjeros y por lo cual es indispensable removerlos.
Se puede decir que paulatinamente ha ido ganando adhesión la idea de que un mejor desempeño económico nacional pasa forzosamente por mejorar las condiciones de inversión y el clima de negocios. Pero ello no es posible sin acometer una serie de reformas en la anquilosada estructura normativa e institucional del Estado, de manera quel país se ponga al día con las tendencias modernas en materia de legislación y políticas de atracción y promoción inversiones.
Persuadida de ello, y en su rol de producir conocimientos y propuestas que eleven la calidad de las políticas públicas, la Fundación Milenio ha asumido la tarea de concebir y formular un proyecto legislativo que ayude a superar los escollos al proceso de inversión, a la vez de desarrollar las oportunidades y potencialidades económicas, los recursos y el capital humano de los bolivianos.
La idea central que inspira este proyecto es promover el crecimiento de la inversión privada y convertir a Bolivia en un país atractivo al capital extranjero y nacional. Su enfoque y contenidos se inscriben en la corriente de normas jurídicas que muchos gobiernos de la región y del mundo han adoptado para garantizar la libre iniciativa, fomentar y proveer de seguridad y estabilidad a las inversiones privadas. Naturalmente, es un proyecto con características propias, ajustado a los problemas y realidades de nuestro país y, por tanto, acorde a lo que resulta necesario y prioritario hacer en Bolivia.
Así pues, presentamos a consideración de la sociedad boliviana, de sus instituciones políticas, organizaciones económicas, sociales y académicas, medios de comunicación y público en general, el Anteproyecto de Ley de Fomento, Protección y Estabilidad Jurídica de la Inversión Privada, así como los estudios económicos y jurídicos que lo justifican y respaldan técnicamente.
Dejamos constancia de nuestro reconocimiento al trabajo profesional de los colegas Jaime Dunn y Antonio Peres Velasco, que ha hecho posible la elaboración del Anteproyecto de Ley y los estudios incluidos en esta publicación. También queremos agradecer a todas las personas que tuvieron a bien leer el documento manuscrito y nos han aportado con sus experiencias, comentarios y sugerencias para enriquecer y mejorar su contenido.
Aspiramos a que esta publicación propicie un diálogo constructivo en el país y que la propuesta legislativa pueda ser recogida por distintos actores políticos, parlamentarios, gubernamentales, institucionales e intelectuales, interesados en promover nuevos instrumentos de política pública para el desarrollo económico y social de Bolivia.
Henry Oporto
Director Ejecutivo Fundación Milenio