Economía, política, desarrollo sostenible

Coy 378 – El desempeño de la economía de Chuquisaca

Después de un periodo de continuo crecimiento, el ingreso per cápita en el país se estancó durante las gestiones 2015 y 2016. La tendencia fue similar entre el promedio nacional y el registrado en el departamento de Chuquisaca. Este último llegó a su nivel máximo en 2015 con US$ 2,801 pero el siguiente año, es decir 2016, bajó en 1 por ciento hasta los US$ 2,772 (Gráfico 1). Esto fue producto de la desaceleración de la economía nacional en general y del sector de hidrocarburos en particular.

El PIB chuquisaqueño

Desde el 2005 y hasta el año 2013, la tendencia del PIB chuquisaqueño fue ascendente llegando a registrar una tasa máxima de 11 por ciento. El periodo de mayor dinamismo se dio entre 2012 y 2015 debido, principalmente, a la actividad de “petróleo crudo y gas natural” (Gráfico 2). Dicha actividad creció en 95.5 por ciento en 2012 respecto a 2011 es decir que casi se duplicó en un solo año. Si bien en las siguientes gestiones se registraron aumentos, estos fueron a tasas menores, hasta el nivel más bajo en 2016. Ello muestra que la desaceleración no solo es en la producción de gas natural.

La razón del importante avance en la actividad hidrocarburífera fue el incremento en la producción de gas natural que pasó de aproximadamente 2.0 MMm3/Día en 2011 a 3.6 MMm3/Día en 2012; es decir un aumento de 83.7 por ciento. Hasta el año 2016 el nivel producido llegó a 6.9 MMm3/Día. Sin embargo, en la gestión 2017 cayó, lo que también hace prever una contracción e incidencia negativa en el producto chuquisaqueña para ese año.

Sectores productivos y de servicios

Pese al menor dinamismo en los hidrocarburos, en la gestión 2015 se obtuvo una elevada tasa de crecimiento cercana al 8 por ciento. La principal razón fue la extraordinaria expansión en la minería, el dinamismo de la industria manufacturera (relacionada con la producción de cemento) y el crecimiento de la administración pública. Sin embargo, esta situación no logró mantenerse en 2016, produciéndose una desaceleración en todos los sectores. De las principales actividades económicas, la de mayor crecimiento en 2016 con respecto a 2015 fue el sector de servicios comunales con 3.6 por ciento, seguida de la administración pública con 3.9 por ciento y la electricidad, gas y agua con 3.7 por ciento. Véase Gráfico 3.

Tanto la agricultura como la minería (minerales metálicos y no metálicos) se contrajeron en 0.5 por ciento. En el caso de la construcción llama la atención la caída en 0.9 por ciento después de haber crecido a tasas superiores al 8 por ciento desde 2012 y en 9.9 por ciento el año 2015. Situación similar se observa con el comercio que cayó en 6.9 por ciento, algo que no sucedía desde el año 2001 aunque a una tasa menor. No hay que olvidar que además de la evidente desaceleración de la economía boliviana desde el año 2014, el comercio se ha visto afectado por la regulación en el sistema financiero. Los bancos, obligados a cumplir con los niveles de cartera productiva determinados por el gobierno, además de regular las tasas de interés en determinados rubros optaron por ajustar la cartera en otros sectores no regulados, como es el caso de la actividad comercial.

Las industrias manufactureras se mantuvieron sin cambio en 2016 después de haber crecido en 6.5 por ciento en 2015; gran parte de la actividad de este sector se debe a la actividad cementera que entre 2005 y 2015 creció a una tasa promedio anual de 12.3 por ciento, impulsada por una importante expansión de la construcción. No es de extrañar que, así como la construcción tendió a frenarse, lo mismo ha tendido a ocurrir con la industria de cemento que en 2016 cayó en 3.1 por ciento. Así pues, la producción de cemento del departamento se redujo en 4.2 por ciento en 2016 pasando de un total de 1,019,816 toneladas (el nivel más alto registrado) a 976,953 toneladas; durante la gestión 2017 se mantuvo este nivel.

La importancia del sector petrolero

En 2005 la participación del sector “petróleo crudo y gas natural” representó el 3.6 por ciento del total del departamento, la actividad más relevante fue la agricultura con un 21.4 por ciento seguida de la industria manufacturera gracias a la producción de cemento, y en tercer lugar la administración pública.

Esa situación cambió significativamente hacia 2016, ya que los hidrocarburos pasaron a ser la actividad más importante para el departamento, representando el 16.5 por ciento del total. En sentido contrario, la agricultura contrajo su participación pasando al cuarto lugar en importancia. Tanto el peso de la industria manufactura como de la administración pública se mantuvieron relativamente constantes. Otro cambio importante fue el del comercio que igualmente se vio disminuido. Véase Gráfico 4.


Inversión pública y regalías

Desde el año 2007 la inversión pública en Chuquisaca tendió a incrementarse pasando de US$ 82 millones en 2008 hasta los US$ 288 millones de 2015. En promedio entre 2005 y 2016 el aumento de la inversión pública fue de 15.8 por ciento anual, pero este último año cayó en 12.2 por ciento respecto a 2015, registrando un valor total de US$ 253 millones. El gobierno si bien incrementó la inversión pública, no lo hizo en todos los departamentos.

También as regalías y transferencias recibidas por Chuquisaca se han visto afectadas por la desaceleración de la economía: en 2015 y en 2016, el total recibido se contrajo en 16.6 por ciento y 29.4 por ciento, respectivamente. Si se considera el nivel más alto que fue 2014 con un total de Bs. 2,318 millones, Chuquisaca recibió un 41.1 por ciento menos en siguientes dos años. Véase Gráfico 5.

 

El gobierno departamental sufrió la mayor contracción con Bs. 493 millones entre 2014 y 2016, que en términos relativos representa más del 50 por ciento. Los municipios y la universidad también presentaron una reducción en sus recursos, aunque en menor cuantía durante dos años de manera consecutiva.

Exportaciones

El nivel más alto en las exportaciones chuquisaqueñas se registró en 2012 con un valor de US$ 449.7 millones. Desde entonces el descenso fue continuo hasta 2016 que se registró un total de US$ 43.6 millones, es decir una contracción de aproximadamente 90 por ciento (Gráfico 6).

En los años 2011, 2012 y 2013 hubo un comportamiento anómalo en las exportaciones de minerales: los “desechos” y “amalgamas” de oro, representaron casi la totalidad del mineral exportado.

La recuperación de 2017 se debió principalmente a una mayor venta de zinc que pasó de US$ 3.1 millones en 2016 a US$ 10.2 millones en 2017, representando un incremento de 226 por ciento. El valor de las exportaciones de plata y gas natural también subió; este último se mantuvo como el principal producto de exportación del departamento con US$ 32 millones. En ese sentido, llama la atención que pese a los incrementos en la producción de gas natural entre 2012 y 2016, la exportación no hubiera subido significativamente en valor; la explicación podría ser que una que gran parte de la producción local de gas se destina al mercado interno.

El total de las exportaciones el año 2017 subió en 24.9 por ciento con respecto a 2016, totalizando US$ 54.4 millones.

Conclusión

El departamento de Chuquisaca durante el periodo de bonanza profundizó su dependencia del sector de hidrocarburos. Una apreciable parte de su producto y de sus recursos se originó en dicho sector que, una vez terminada la bonanza, empezó a sufrir sus consecuencias negativas. Así lo evidencia no solamente un menor crecimiento del PIB sino una caída importante en las regalías.

Sectores como la construcción y la industria cementera se beneficiaron de un mayor flujo de dinero en la economía, pero actualmente atraviesan por un período contractivo. Tal como ocurre con otros departamentos del país, Chuquisaca resiente de la falta de diversificación productiva y económica.

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