Para la Fundación Milenio, serán 4,2 millones de ciudadanos los que recibirán atención gratuita. El Ministerio de Salud registró a 1,6 millones de beneficiarios.
El Sistema Único de Salud (SUS) nace con la expectativa de la ciudadanía y en medio de observaciones a su financiamiento, y el rechazo del sector médico.
“Toda la gente que no tiene salud gratuita está esperando el seguro del Gobierno con ansias”, dijo uno de los afiliados al Sindicato de Micro Snack, Rogelio Quispe. Indicó que el sector gremial espera con ansias la aplicación del SUS, ya que siempre se luchó por este beneficio.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, hasta hace dos semanas ya se han adscrito más de 1,6 millones de bolivianos y se espera alcanzar hasta fin de año los dos millones.
La ministra de Salud, Gabriela Montaño, anticipó que el SUS es una posibilidad histórica nunca antes vista en la historia de Bolivia. “Se han introducido 8.000 ítems en un año, nunca se han invertido como ahora más de 2.000 millones de bolivianos en infraestructura hospitalaria. Entonces es una oportunidad para avanzar y tenemos que ir avanzando paulatinamente”, dijo ayer la autoridad a Unitel .
El proyecto de ley ya fue aprobado la pasada semana en la Asamblea Legislativa. Se anunció que hoy el presidente Evo Morales promulgará la norma, en un acto especial junto con representantes de organizaciones sociales.
Montaño desestimó las versiones de los médicos y “sectores de la oposición”, quienes indican que existe falta de condiciones para iniciar las prestaciones a partir del 1 de marzo. La autoridad recordó que estos sectores no mencionan que el Gobierno destinó un presupuesto inicial de 200 millones de dólares para la implementación de SUS, monto que subirá gradualmente.
La Fundación Milenio, que presentó el pasado 15 de febrero el informe “El Sistema Único de Salud: ¿un salto al vacío?” , sostiene que la norma que da vida al SUS es “loable”, pero la cuestión es si tiene posibilidades razonables de concretarse “y no es simplemente un anuncio demagógico o, peor aún, si el intento de materializarlo no va a provocar el colapso de los ya abarrotados y deficientes servicios en la salud pública”.
El informe destaca que el SUS “nace desfinanciado” porque a través de este plan, el Gobierno ofrece a los 7.225.000 bolivianos un servicio gratuito y con ello se busca “forzar su creación por razones electorales, desoyendo las advertencias de los profesionales médicos”.
De los 11 millones de habitantes que tiene el país, 4,2 millones cuentan con un seguro de salud, otros 2,9 millones son protegidos por la Ley 475 y el Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (SUSAT). Por lo que 4,2 millones (37%) de bolivianos no tienen seguro. El SUS, supuestamente, debería beneficiar a todos ellos.
“El ambicioso objetivo de la ley contrasta, por un lado, con la ambigüedad y los vacíos del texto legal, lo que deja en la penumbra cuestiones críticas: ¿qué prestaciones concretas brindará el SUS a sus afiliados?, ¿cuál es el presupuesto que demanda un sistema tan extendido en su cobertura poblacional?, ¿de dónde proviene la financiación suficiente que asegure su efectividad y sostenibilidad?”, cuestiona la fundación.
La investigación menciona que existe un contraste evidente “con el deplorable estado actual del sistema de salud pública y su deficitaria dotación presupuestaria, de recursos humanos, infraestructura hospitalaria, equipos, medicamentos y gestión gerencial”. De acuerdo con el informe, el SUS necesita 1.700 millones de dólares para atender a los 4,2 millones de personas por año.
El informe destaca que en la propuesta se dice que el TGN financiará los recursos humanos en salud del subsector público y de los programas nacionales de salud y que “el financiamiento de los productos de salud correspondientes al tercer y cuarto nivel de atención serán cubiertos con recursos provenientes del TGN, de acuerdo a disponibilidad financiera” (Artículo 9). “Quiere decir que estamos en el reino de la incertidumbre”, dice.
El asesor de la Gobernación de Santa Cruz, José Luis Parada, estableció -según un estudio que hizo al tema financiero del proyecto de ley-, que el SUS tiene “déficit financiero”, ya que los 200 millones de dólares que el Gobierno planteó para la aplicación de la norma son insuficientes. “La propuesta de ley indica que el TGN pagará el SUS, pero de dónde va a pagar si hay déficit fiscal, entonces de dónde va a pagar”, indicó Parada.
De acuerdo con el experto tampoco hay recursos humanos suficientes para los servicios de salud públicos.
Ya la pasada semana, el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, anunció el déficit de personal en todos los servicios de salud. “Hay 0,8 médicos por cada 1.000 habitantes”, dijo.
Ayer, Larrea reiteró que el Colegio Médico de Bolivia está de acuerdo con la implementación de un seguro de salud para la población “porque todos merecen este servicio gratuito”, pero acotó que no se puede implementar este sistema en las condiciones en que se encuentra el sistema de salud.
“Nuestros hospitales se están cayendo y los hospitales que promete el Gobierno aún no están construidos. Qué haremos cuando lleguen los pacientes”, cuestionó y precisó que los médicos no saben cómo será la atención en los servicios, si habrá cambios en las papeletas de referencia. “Estamos desinformados”, acotó.
El sector médico anunció que desde el 6 de marzo iniciarán protestas y marchas.
20 de febrero de 2019
Fuente: Página Siete