EL DEBER: Santa Cruz crece en medio de bloqueos, pérdidas y ven debilidad institucional

Hubo 53 bloqueos en 2022 y este año los cortes de ruta ya llegan a 146, según una evaluación presentada ayer por el IBCE. Observan debilidad histórica en las instituciones, pero el departamento crece y es clave para el desarrollo del país

Este año, septiembre es diferente para Santa Cruz. Entre enero y agosto hubo 146 bloqueos de caminos en las vías de acceso a la región, una cifra que triplica los cortes de ruta registrados en 2022 y que coloca al departamento como el epicentro de los conflictos a escala nacional, con sectores sociales que toman las calles para todo tipo de demandas.

Instituciones, como el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) exteriorizaron ayer su preocupación por estos datos. Además, el mes de la efeméride encuentra a un departamento golpeado por cuantiosas pérdidas, pero de pie como la locomotora económica de Bolivia, al menos, así se ve en las cifras estadísticas regionales.

Pero, a la hora de explicar por qué Santa Cruz se ha convertido en el epicentro de los conflictos, se ensayan hipótesis como que la alta tasa de migración de otras regiones del país hizo que la cultura de la protesta en la calle sea una herramienta para resolver los problemas, locales, regionales, incluso vecinales o de padres de familia como el que se dio al inicio de esta semana, cuando cortaron el acceso a La Guardia con un reclamo por mayor infraestructura educativa para uno de sus barrios.

Además, hay señales que apuntan a la institucionalidad porque no se supo lidiar con esta nueva realidad. El sociólogo y director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, consideró que hay cierta debilidad institucional, mientras que el exlíder cívico Herland Vaca Díez señaló que la región enfrenta una crisis histórica entre los intereses de las élites y la demandas “libertarias y democráticas” de “la nación camba” que se expresó en las movilizaciones democráticas que se dieron en los últimos años.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Santa Cruz “es el departamento donde se origina el mayor volumen, valor y diversidad de exportaciones no tradicionales”. Además de la soya y el girasol, esta misma semana estuvo en Santa Cruz una misión de China con la intención de comprarle chía al país. En 2022, se exportaron más de 3.000 toneladas de ese producto, ubicando a Bolivia como segundo productor a escala global después de Paraguay.

Otro dato más a manera de ejemplo. Santa Cruz tiene el 60% de las franquicias internacionales que decidieron invertir en el país.

“A Santa Cruz le ha ido mejor que a Bolivia. Hay mayor equidad, mayor inclusión, pero perdió su personalidad del oriente. Permitió que en la Constitución de 2009 no se reconocida la nación camba que fue la que impulsó la autonomía. Esto no fue defendido por la élite”, señaló Vaca Diez a propósito de la primera Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia.

Planteó así su preocupación sobre “la falta de objetivos claros en la Gobernación”. Vaca Diez argumentó que la falta de metas definidas está obstaculizando los esfuerzos para lograr una unión efectiva en la región y de sus instituciones. En sus palabras, hay “intereses mezquinos y alineaciones políticas con grupos de élite, incluyendo empresarios y logias con amplios intereses” que desunen a las instituciones cruceñas.

El expresidente cívico también destacó la frustración en las aspiraciones de los ciudadanos cruceños que se han manifestado a través de los paros cívicos. “Todos los paros han sido tremendamente contundentes”, afirmó Vaca Diez, y agregó que el pueblo ha demostrado allí su compromiso frente a lo que consideró una “estrategia altoperuana” que busca desmantelar la cultura cruceña con estrategias de migración que han afectado a la región.

Mencionó así que “hace la falta un sueño común y la resistencia de la élite oriental para aceptar su identidad única”.

El expresidente también critica la relación histórica entre la élite oriental y los gobiernos centrales. Sostuvo que esta relación ha beneficiado a Bolivia a expensas de la región de Santa Cruz, porque “lo que aquí ha primado es la ambición” de sectores reducidos.

Por su lado, Henry Oporto consideró que la conflictividad de Bolivia se concentra en el departamento de Santa Cruz. Explicó que la próspera economía de la región actuó como un imán para migrantes de otras zonas del país, que llegan en búsqueda de mejores oportunidades. Esta tendencia, que se acentúa cada año, genera una presión “sin precedentes sobre” las instituciones gubernamentales y regionales, puntualizó.

Por otro lado, señaló el especialista, el crecimiento poblacional a tasas elevadas amplifica la demanda insatisfecha de servicios básicos e infraestructura, avivando el temor de un posible colapso en la región. Esto se ha visto, por ejemplo, con la urbanización de áreas rurales y reservas forestales.

Oporto hizo notar que esta situación genera “la paradoja entre la pujante economía cruceña y la creciente disparidad entre las necesidades sociales y los recursos disponibles”. Santa Cruz, a pesar de ser una región con mayores oportunidades económicas, enfrenta un desajuste entre las expectativas y las capacidades de respuesta.

En relación a la posible motivación política detrás de los bloqueos, Oporto consideró que existe un factor cultural en juego. Señaló que Santa Cruz está experimentando una transición en su comportamiento social, adoptando prácticas de presión que en el pasado eran más características de otras regiones. Esto implica una inclinación hacia manifestaciones callejeras y bloqueos como medios preferidos para expresar descontento, en lugar de recurrir a canales institucionales de diálogo.

Según Oporto, esto puede estar relacionado con la debilidad de las instituciones políticas y la falta de efectividad en la resolución de conflictos. “En Santa Cruz estamos viendo que se repiten prácticas de presión social que eran muy propias del occidente, donde los sindicatos, los grupos sociales, estaban muy acostumbrados acudir a la presión en las calles, a la acción directa. Hay menos inclinación en llevar los conflictos en los ámbitos institucionales. Allá, la gente tiene la costumbre, cuando tiene un problema, de salir a las calles, de iniciar bloqueos y esas malas costumbres, lamentablemente, parece que se ha trasladado a Santa Cruz. Se están reproduciendo prácticas de acción directa, de acción en las que se busca imponer la fuerza por encima de los cauces institucionales”, señaló Oporto.

En cuanto a la posible influencia del Movimiento Al Socialismo (MAS) en los movimientos, el director de Milenio mencionó que el Gobierno también juega un papel en este escenario complejo. A esto se suma la debilidad institucional en Santa Cruz, según Oporto, proviene de múltiples factores. La región sufre una crisis de representación política desde hace años, lo que afecta tanto a organizaciones regionales como nacionales. Incluso el Comité Cívico, históricamente un bastión de legitimidad en Santa Cruz, muestra signos de debilidad en su capacidad para representar y canalizar demandas.

Oporto mencionó que las luchas por el poder interno y la aparición de fisuras erosionaron la efectividad de estas entidades.

“De las necesidades sociales quién en Santa Cruz tiene un mapeo, un inventario de esas demandas que son ya son conflictos latentes. ¿Hay eso? ¿Se ha trabajado en eso? ¿La Gobernación lo está haciendo? Yo creo que no, o sea, se han cometido errores terribles”, señaló Gustavo Pedraza, experto en la mediación de conflictos.

“Santa Cruz no tiene conducción política; el departamento más importante de este país no tiene una conducción certera y no tiene protección de sus recursos naturales clave”, remarcó el especialista a tiempo de señalar a los representantes nacionales como los responsables de poner en la agenda política estos temas.

El presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Zvonko Matkovic, defendió el modelo de desarrollo cruceño, pero admitió que se deben asumir medidas ante los indicadores de migración. “Este crecimiento no puede ser desproporcionado, no puede ser un crecimiento sin planificación, no puede ser un crecimiento a toda costa. Tenemos que ser responsables con el medio ambiente, con el derecho del vecino, con el derecho del resto de la población. Nunca pueden estar los derechos económicos por encima del derecho a la vida y de todos los ciudadanos; los derechos colectivos están por encima de cualquier interés económico”, señaló la autoridad ayer tras la celebración cívica de Montero.

Ante este escenario, el gerente del IBCE, Gary Rodríguez, señaló que se debe evitar los bloqueos porque están provocando daños al desarrollo. Lamentó que el país haya dejado de exportar por un valor de $us 1.800 millones por efecto de estos conflictos sociales.

1 de septiembre de 2023
Fuente: El Deber

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