Como acostumbra a hacerlo, el gobierno organizó un importante acto político este miércoles para destacar la promulgación de la ley del SUS por parte del presidente Evo Morales. Lo hizo sin consenso con los médicos y enfrentado a tres gobernaciones, que deberían ser parte de los acuerdos.
Paralelamente, un informe de la fundación Milenio establece que se necesitan unos 1.700 millones de dólares para darle atención gratuita de salud por lo menos a 4,2 millones de personas hoy sin seguro. El Gobierno estima que el SUS llegará a cinco millones de bolivianos. Actualmente, solo un poco más de la mitad de los bolivianos están cubiertos por la Caja y otros seguros de salud.
El gobierno solo prevé entregar al SUS 200 millones de dólares, pero se comprometió a invertir 2.000 millones de dólares en nuevos hospitales.
Milenio expresó que a un sistema que ya está en crisis el gobierno desea agregarle 4,2 millones de nuevos afiliados, sin entregar los recursos suficientes, ni de lejos, para ello. Según la fundación, se requeriría 1.700 millones de dólares para atender a los que actualmente no tienen cobertura de salud, cuando el gobierno ha señalado que entregará 200 millones.
Ante cientos de personas en el saló principal del nuevo Palacio de Gobierno, Morales manifestó que con esta Ley se garantiza el derecho a la salud para todos los bolivianos y bolivianas. “La inversión garantizada para el sostenimiento del Sistema Único de Salud es de 200 millones de dólares. Nunca en la historia de nuestro país se invirtió tanto en ítems ni infraestructura en salud”, expresó Morales tras promulgar la norma.
En una de sus habituales comparaciones con el pasado, expresó que en 180 años, hasta 2006, fueron construidos 2.870 centros de salud y que en los últimos 13 años se construyeron 1.061, “casi la mitad”, dijo.
Por su parte, la ministra de Salud, Gabriela Montaño, ratificó que el servicio será gratuito y se basará en la “calidad en las prestaciones”.
No obstante, los médicos afiliados al Colegio Médico de Bolivia rechazaron la ley, dijeron que el sistema colapsará y que los recursos entregados a este plan son mínimos. Si participaron el acto otros médicos, que crearon hace por la Confederación Médica de Bolivia, una entidad oficialista. La Confederación está conformada mayormente por médicos formados en Cuba.
Erwin Viruez, presidente del Colegio Médico de Bolivia, cuestionó que no se conoce, específicamente, qué prestaciones cubrirá el SUS, porque otros seguros ya cubren los que pretende. También recordó a El Deber que en Beni y Pando no existen hospitales de tercer nivel y no entiende qué prestaciones puede cubrir en estos departamentos si no existen las condiciones.
El SUS también obliga a las gobernaciones transferir los recursos que tienen para la salud hacia el SUS. Santa Cruz, La Paz y Tarija rechazan esa determinación, mientras Cochabamba, Chuquisaca y Oruro aceptaron el acuerdo. El Ejecutivo espera firmar ese convenio con Potosí, Beni y Pando, cuyas gobernaciones están en manos del MAS.
Milenio hace hincapié en que el proyecto de ley sobre el SUS no contiene los elementos de una reforma institucional para primero intente sacar al sistema sanitario de la crisis en la que se encuentra, sino que da la impresión de que su eventual implementación multiplicará los déficits actuales y agravará la caótica y precaria situación de la salud estatal.
De 11 millones de habitantes que tiene el país, el informe señala que 4,2 millones de ellos están cubiertas por los servicios de la Caja Nacional de Salud. Otros 2,9 millones acceden a tres seguros públicos: el Seguro Materno Infantil (SUMI), el Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SPPAM) y el Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (SUSAT).
Por lo tanto, 4,2 millones no están protegidos, lo que representa el 37% de la población boliviana. El SUS, supuestamente, debería beneficiar a todos ellos.
20 de febrero de 2019
Fuente: Radio Fides
