Coy 373 – La declinación de la economía de Tarija

Durante los últimos años la economía nacional sufrió los efectos del cambio en el contexto internacional, reflejándose en una caída de los precios de distintas materias primas y en específico del petróleo. La desaceleración se hizo evidente con cada vez menores tasas de crecimiento de la economía boliviana, sin embargo, el impacto no fue homogéneo y algunos departamentos sufrieron más que otros.

Producto departamental

Como es sabido, la economía tarijeña depende de los hidrocarburos siendo su principal actividad económica y representando más del 40 por ciento del PIB departamental, desde hace más de una década. Los años 2014, 2015 y 2016 el producto nacional se desaceleró con tasas de 5.5 por ciento, 4.9 por ciento y 4.3 por ciento respectivamente. En el caso de Tarija el año 2015 creció en 5 por ciento, pero tanto 2015 como 2016 decrecieron con tasas de -2.7 por ciento y -6.2 por ciento respectivamente. Ver gráfico 1.

Ese decrecimiento, como era de esperarse, se reflejó en un ingreso per cápita inferior. El ascenso hasta el año 2014 fue importante llegando a los 8,691 dólares, superior al promedio nacional de 3,116 dólares. Pero la caída de la economía en 2015 y 2016 hizo que su ingreso per cápita bajara hasta 5,033 dólares es decir que entre 2014 y 2016 su reducción fue de 42.1 por ciento. Ver gráfico 2.

Por sector económico se observa que en 2016 las industrias manufactureras fueron las que lograron la mayor tasa de crecimiento respecto a 2015, registrando un 10.7 por ciento, gracias a los alimentos. En segundo lugar, se encuentra la electricidad, gas y agua con un 4.3 por ciento de crecimiento y en tercer lugar los servicios de la administración pública con 3.8 por ciento. Ver gráfico 3.

Este último sector, relacionado a la contratación de empleados públicos, siguió el patrón de los últimos años -aunque con menor intensidad-, creciendo a tasas superiores al 5 por ciento desde el año 2011.

De las actividades que se contrajeron llama la atención la construcción muy relacionada con la actividad hidrocarburífera, que cayó por tercer año consecutivo, con una tasa de 7.9 por ciento en 2016. Ya en la gestión 2014 dicha actividad se había contraído en 1 por ciento, un año antes de la caída de los precios de exportación de gas natural, lo que mostraría que la desaceleración en la economía tarijeña comenzó antes del colapso de los precios.

La extracción de minas y canteras fue la de mayor contracción con 8.6 por ciento, lo que incidió significativamente en la totalidad de la economía departamental, dado el tamaño y la importancia que tiene, y así profundizándose su caída previa. Es innegable la dependencia del sector externo, previamente favorable pero posteriormente desfavorable.

Exportaciones

El nivel más alto en el valor de las exportaciones tarijeñas se dio el año 2014 con 4,773 millones de dólares, representando la venta de hidrocarburos más del 99 por ciento del total exportado. En 2015 y 2016 se ha sentido la caída del precio de venta de gas, tanto a Brasil como Argentina, de la mano de la menor cotización internacional del petróleo WTI. El valor total exportado en 2016 fue de 1,504 millones de dólares, cifra similar al año 2007. Esta diferencia dejó como resultado una contracción de 68.6 por ciento respecto a 2014. En 2017 hubo una recuperación respecto a 2016 registrando un valor exportado de 1,598 millones de dólares, es decir un 6.3 por ciento mayor a 2016; no obstante, se mantuvo muy por debajo de los niveles máximos.

El principal destino de las exportaciones tarijeñas fue Brasil con 955 millones de dólares, seguido de Argentina con 611 millones de dólares que desde la gestión 2012 crecieron significativamente hasta 2014 (ver gráfico 4); si bien Paraguay aparece como el tercero en importancia su valor es de aproximadamente 27 millones de dólares. Llama la atención que desde 2014 las ventas a Brasil empezaran a caer de manera sostenida hasta 2017, en cambio con Argentina la contracción fue durante 2015 y 2016, creciendo en 25.5 por ciento en 2017 respecto a 2016.

Esto muestra la importancia que adquirió este país llegando a compensar, en parte, la merma sufrida con su otro socio, Brasil.

No obstante la recuperación de las exportaciones de gas natural del departamento en 2017, la noticia nos es del todo positiva. Esta mejora fue gracias al incremento de los precios de venta tanto a Argentina como Brasil llegando en promedio en 2017 a Dólares/MMBTU 4.84 y Dólares/MMBTU 3.89 respectivamente (ver gráfico 5). Nuevamente, este ascenso se debió en gran medida a la mejora del precio del petróleo WTI, que no depende del país.

Cae la producción de gas

Sobre lo que sí se tiene control es sobre los volúmenes de exportación de gas natural y la producción de hidrocarburos. Por tercer año consecutivo la producción de gas natural de Tarija se redujo, llegando a un promedio de MMm3/Día 32.5 representando una contracción de 13.1 por ciento respecto a 2016 y de 22 por ciento respecto a 2014 cuando se llegó al máximo de producción en el departamento con MMm3/Día 41.6. Ver gráfico 6.

Conclusiones

Como se ha visto, la recuperación de 2017 se debió enteramente a los mayores precios, ya que el volumen de producción se contrajo nuevamente.

La situación de Tarija es bastante preocupante siendo uno de los departamentos más afectados por el cambio del contexto internacional, en particular del precio del petróleo.

El periodo de bonanza logró mayores recursos para el departamento, sin embargo, mucho de esto se quedó en el Estado y no se procuró una diversificación de su economía. Por el contrario, la dependencia de los hidrocarburos se intensificó.

Si a esto se añade la poca inversión en exploración de hidrocarburos de la última década, no es de extrañar que la situación del departamento y de Bolivia en general, no mejore significativamente en el corto plazo. Este es un claro ejemplo de una oportunidad perdida.

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