Coy 360 – FMI ve riesgos en Bolivia por elevados déficits macroeconómicos

La economía boliviana tendría un crecimiento del PIB de 4% en 2017, debido a la aplicación de políticas contracíclicas que, sin embargo, han provocado elevados déficits fiscal y externo en cuenta corriente así como pérdida de reservas internacionales, señala el Fondo Monetario Internacional en su más reciente informe sobre Bolivia. El FMI ve probable que la política fiscal expansiva, el sólido crecimiento del crédito y un robusto consumo privado continúen respaldando la actividad económica, a la vez que persistirán los déficits fiscales y de cuenta corriente externa. Con una inversión privada débil y dado el fin del boom de los productos básicos, también prevé que el crecimiento se modere gradualmente hasta el 3,7%, en el mediano plazo. En ese contexto, los principales riesgos que advierte incluyen el fracaso en descubrir nuevos campos de gas natural, una mayor fortaleza del dólar y también precios de gas y minerales menores a los esperados.

Esto es lo que concluye la evaluación del desempeño económico de Bolivia, contenida en el reporte del Directorio Ejecutivo del FMI, en aplicación de la Consulta del Artículo IV 2017 con Bolivia, y publicado el 22 de diciembre pasado1.

Preocupación por la estabilidad económica

A pesar de los avances socioeconómicos de 2004 a 2014, la perspectiva actual de bajos precios de las materias primas justifica un reequilibrio de las políticas, señala el FMI. “Un ajuste en la política macro y la reasignación del gasto social ayudaría a consolidar la estabilidad, aumentar la confianza y preservar los avances en el progreso social. El endurecimiento de las políticas debería respaldarse con reformas estructurales para aumentar la inversión privada y ayudar a la economía a cambiar a nuevas fuentes de crecimiento en los sectores no extractivos, reformas importantes cualquiera sea la perspectiva de los precios de los productos básicos. Con reservas aún elevadas, Bolivia podría adoptar un enfoque gradual guiado por un marco de políticas claras a mediano plazo”.

En sus recomendaciones al gobierno de Bolivia, el FMI estima necesario que la política fiscal sea más estricta y coherente con el marco – macro anclado por el tipo de cambio nominal. “Bajo las políticas actuales, las perspectivas apuntan a déficits fiscales y externos persistentes y pérdidas continuas de reservas”. Para contener estos déficits, sugiere una reducción moderada del déficit no relacionado con los hidrocarburos en alrededor del 1,2% del PIB por año. El objetivo de esta medida sería estabilizar la deuda pública y desacelerar las pérdidas de reservas, además de crear espacio fiscal para objetivos de desarrollo social. “La mayor parte del ajuste fiscal –añade- debe venir del lado del gasto. Una reducción gradual del ratio gasto salarial – PIB podría acompañarse de una mayor eficiencia en la inversión pública, centrándose en infraestructura prioritaria, salud y educación, y tomando medidas para aumentar su eficiencia”. También recomienda considerar un impuesto progresivo sobre la renta personal para las personas de altos ingresos y la reforma impositiva para los sectores de hidrocarburos y minerales a fin de promover la inversión.

Reformas estructurales e institucionales

El FMI argumenta que ciertas reformas fiscales estructurales clave ayudarían al proceso de reequilibrio fiscal de la economía. “Un marco fiscal de mediano plazo integral facilitaría las políticas de ajuste y debería incluir un presupuesto plurianual que cubra todas las entidades del sector público, un objetivo para el resultado primario no hidrocarburífero y evaluaciones de riesgo independientes y públicas. En segundo lugar, el sistema de federalismo fiscal de Bolivia debe basarse en los principios de previsibilidad, la claridad de las responsabilidades entre los niveles de gobierno, el alcance de los ingresos propios y el uso de criterios objetivos para determinar las transferencias. En tercer lugar, se debe fortalecer el marco legal que rige a las empresas estatales y las operaciones de todas las subsidiarias incluidas en el Sector Público No Financiero (SPNF)”.

Entre las reformas institucionales, el FMI enfatiza la necesidad de reforzar la independencia del banco central (BCB). “A medida que la inflación suba hacia la proyección del BCB de 4.5%, es conveniente que se retire el impulso de la política monetaria. Además, la exposición del BCB con las empresas estatales debe ser relajada y los préstamos directos del banco central a las empresas se deben transferir al presupuesto del gobierno central, como transferencias o préstamos netos, o ser llevados a cabo por el sector financiero”.

Gasto social regresivo e ineficiente

La mayoría del gasto social en Bolivia es regresivo y debe ser revisado, asevera el reporte. “Hay un caso claro que es eliminar los subsidios de base amplia al precio de los combustibles y compensar el impacto en los más pobres con apoyo específico. Las reformas deben estar bien planificadas y acompañadas de un plan detallado de comunicaciones. En términos más generales, el gasto social podría hacerse más efectivo si se lo enfocara en aquellos que más lo necesitan, incluso mediante la introducción de tarifas progresivas para las personas de altos ingresos”.

El FMI considera que los sectores transables no-hidrocarburíferos son la clave del crecimiento inclusivo sostenido en Bolivia. “El crecimiento salarial debe estar alineado con la inflación, el crecimiento de la productividad y otros criterios objetivos, y las instituciones y los procesos de fijación de salarios reformados. Esto ayudará a aumentar la productividad y fortalecer la competitividad”. Asimismo, “…debe reconsiderarse la estrategia actual de expandir las empresas estatales hacia los sectores transables y la intervención en los mercados de productos con restricciones y controles de precios. El personal del FMI sugiere buscar otros métodos para garantizar suministros domésticos adecuados de productos esenciales y compensar el impacto en los pobres con programas específicos. Para promover la exploración minera y de hidrocarburos, el gobierno podría revisar los regímenes de inversión e impuestos”.

Políticas crediticias y supervisión financiera

Para el FMI, algunas disposiciones de la Ley de Servicios Financieros deberían modificarse. “Los objetivos de los préstamos al sector productivo deberían eliminarse y los topes a las tasas de interés deben eliminarse gradualmente para permitir que los principios de rentabilidad-riesgo respalden las decisiones de préstamos. Se deben considerar más mecanismos orientados al mercado para mejorar el acceso financiero y la cartera de préstamos para vivienda monitoreada de cerca. ASFI debería acelerar esfuerzos para que la supervisión del sector financiero esté más basada en el riesgo y en el futuro, mejorar su capacidad analítica y coordinar mejor con la Autoridad de Pensiones y Seguros.

Por otro lado, se insta al gobierno a avanzar en las reformas prioritarias relacionadas con la provisión de información estadística. “La finalización del trabajo para el cambio de base del PIB es de importancia crítica para el país, y la publicación oportuna de datos macroeconómicos basados en un cronograma anunciado previamente mejoraría la transparencia y la eficiencia. Tras la reciente asistencia técnica del sector externo, el personal insta a las autoridades a recopilar datos de deuda externa de acuerdo con las normas BPM6”, concluye el resumen del informe del FMI.

1 http://www.imf.org/external/np/sec/misc/qualifiers.htm

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